RESEÑA La Belette de Dieter / Didier Comès

Me atrevería a decir que todos los lectores de cómics hemos sentido alguna vez la llamada instintiva de acercarnos a un tebeo totalmente desconocido, porque nos atrapa su portada, el título nos intriga o simplemente por una especie de magnetismo inexplicable. Esta sensación, la sentí yo hace un mes con la obra de la que vamos a hablar hoy; La Belette.

La culpa, la tuvo la portada. Mis dedos se deslizaban entre tomos de segunda mano en una tienda, y de repente, tuve que parar. Aquella enigmática mujer con gabardina y sobre todo, esa lechuza emprendiendo el vuelo se quedaron atrapados en mi cerebro y supe que tenía que llevármelo.

La Belette, comienza con una escena que sólo deja interrogantes, pero que ya plantea el tono que va a tener la obra; el mundo de lo místico y lo natural será uno de sus cimientos, a través de las dos misteriosas figuras que parecen estar ofreciendo culto a una diosa que nos recuerda a la Venus de Willendorf con sus formas femeninas exageradamente voluptuosas, símbolo de la fertilidad.

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Pero tras estas dos páginas, cambiamos totalmente de tercio; ahora el escenario es una casa de campo en Amercoeur dentro de la región de las Ardenas, donde Anne (una mujer embarazada) y su marido Gerald, un pragmático y frío realizador de televisión, están discutiendo. A ella no le gusta la vieja casa a la que se han mudado, la soledad del campo le angustia, quiere volver a la ciudad.

La discusión es interrumpida por su vecino; el señor Renard, un personaje siniestro que quiere usar su teléfono. A su marcha, llega el párroco a darles la bienvenida y también se nos presenta a Pierre, hijo del matrimonio protagonista, que sufre de autismo y que jamás ha articulado palabra. Poco a poco, nos vamos sumergiendo en una historia tenebrosa en la que suceden actos realmente macabros en torno a esta familia.

Cada persona de la aldea es sospechosa, nos hacen sentir incómodos, nos hacen temerles. La lograda ambientación en blanco y negro es realmente desasosegante, sentiremos el frío viento continuamente, no hay nada acogedor en ninguna página.

Y en medio de todo esto, La Belette, una misteriosa mujer ligada a la religión mistérica de la zona, en la que se realizan ritos espiritistas, tejiendo una lucha entre tres cultos; el de la propia Belette, con sus raíces en la naturaleza, el catolicismo, y con menos fuerza la televisión, donde todo vale para mantener la atención de sus devotos; los espectadores.

El misterio será el hilo conductor de la historia, en la que todos los personajes tienen gran importancia en el desarrollo. Comès crea unas mujeres fuertes, y veremos en Anne una evolución espectacular al igual que con Pierre. Nada es lo que parece en Amercoeur.

Ocho capítulos y un epílogo que tratan de la incomunicación, la soledad y la desconfianza en un paraje desconocido y singular. Para mí ha sido una obra redonda, que se sitúa entre mis favoritas, y cuyo final me sorprendió mucho. Sin lugar a dudas la recomiendo a cualquier lector que guste del cómic europeo de autor.

Hay veces que una compra a ciegas supone el descubrimiento a nivel personal de un cómic que nos marca y un autor al que queremos seguirle la pista, esta ha sido una de ellas.

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La Belette obtuvo el Premio Saint-Michael a la mejor BD en 1983.

Apartado Gráfico

La obra se nos presenta en blanco y negro. Sólo veremos color en la portada, y pese a ello,  no se echa en falta. Comès realiza un trabajo perfecto en el que la sensación de desolación, frío y temor se plasma en cada detalle.

El diseño de los personajes es muy radical, alejándose del tono realista y definiendo el interior de cada uno de una forma muy clara. Unos son muy esbeltos y de formas elegantes y angulosas, similares a elfos, y otros, en contraposición están achatados y deformes.

Los ojos tienen mucho que decir, y como en el refrán, son el espejo del alma.

Mención especial merece el diseño de los misterios personajes que rinden culto a Demeter, diosa madre; siendo el que va tocado con un cráneo de ciervo mi favorito, y de hecho, el que ilustra el encabezado de la web.

¿Dieter Comès o Didier Comès?

¿A qué viene esto?

Comès (1942-2013), nació y se crió en Sourbrodt, un pueblo belga a sólo 5km de la frontera alemana. Su madre hablaba francés, y su padre alemán, lo que le trajo problemas en la época que siguió al fin de la Segunda Guerra Mundial. En la escuela le llamaban Didier pese a sus quejas, ya que Didier era el «afrancesamiento» de su verdadero nombre; Dieter.

Pero esta amalgama de culturas forjó el carácter del autor y de su obra, lo que se ve de manera muy clara en La Belette: mientras que la mitad francesa venía acompañada del catolicismo tradicional, la parte alemana le ofrecía el amor por lo fantástico, el romanticismo de las creencias paganas.

En palabras del propio autor: «Sin lugar a dudas la influencia de Alemania y la influencia flamenca han sido determinantes para mí.»

Ediciones

En España, la obra llegó en primer momento serializada en la revista CIMOC (#36-44), y más tarde, Norma Editorial la recopiló íntegra en el tomo #7 de su Colección BN, siendo ésta la edición que yo poseo, con encuadernación en rústica, tamaño europeo, con una interesante introducción a cargo de Antoni Guiral, y una página antes de cada capítulo mostrando un dibujo de Comès que según pasamos a un nuevo capítulo, muestra cómo avanza el vuelo de una lechuza. Un detalle que me ha parecido muy original y bonito. Ambas ediciones están agotadas, pero no es muy complicado encontrarlas, personalmente recomiendo el tomo, que en el mercado de segunda mano se puede adquirir a precios irrisorios.

La obra fue originalmente publicada por la editorial belga de BD Casterman.

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