«Consumir le da sentido a la vida humana»
Tecnología. Nos rodea, crece, se realimenta y nos devora. Lo vemos cada día; subimos al metro y todo el mundo está agachado mirando pequeñas pantallas que parecen regir el camino que han de seguir.
Lo que hace unos años podía parecer el argumento de una película de ciencia ficción, ahora es tan real como la vida misma; vivimos atados a las redes, no hay espacio para el silencio, la sociedad es mutilada brutalmente por las irónicamente llamadas redes «sociales», que lo único que tienen de social es el nombre.
Como todo recurso, internet es algo bueno si está bien utilizado, pero no es el caso.
¿Y por qué este triunfo del mundo virtual?
Pues muy fácil; es la vía de escape de la realidad, nos lleva a un sitio que nos hace sentir más cómodos, donde no tenemos que lidiar con problemas de ningún tipo. Evasión.
Un amigo que ha sufrido ansiedad me comentaba que lo pasaba tan mal durante las crisis, que quería evitarlas de cualquier modo. Una manera relativamente fácil de no caer en la ansiedad es no pensar, y cuando no consigues la concentración suficiente para leer un libro, internet te da la solución.
Así comenzó a verse obligado a estar continuamente recibiendo un aporte de información para no quedarse a solas con sus pensamientos; música, podcasts, series, películas… cualquier cosa que hiciera ruido en su cabeza.
Todo esto hace que la obra pierda su carácter ficcional y se acerque más a una posible crónica de tiempos venideros. El futuro que aquí se nos presenta (año 2089) está mucho más cerca de lo que debería. Una humanidad totalmente consumida, esclava de la tecnología, viviendo en un mundo virtual que les permite escapar de sus problemas. El placer sexual es proporcionado por un sistema virtual, y las emociones y sentimientos son reguladas artificialmente por nanobots, de manera que puedes experimentar la sensación que quieras, cuando quieras; lo que convierte a estos nanobots en una droga de la que es prácticamente imposible quitarse.
El mejor ejemplo de todo esto es sin duda uno de los protagonistas; Constable Led Dent en la versión original (no lo pongo en castellano, porque creo que han cambiado los nombres, pero vendría a ser algo así como el alguacil Led Dent). Un tipo hipertrofiado, que apenas veremos hablar, ya que está de manera continua enganchado a la red. Sus músculos, por ejemplo, no son el resultado de largos entrenamientos, sino que vienen del consumo de nano-juice (nano-zumo) que a base de nanobots le proporcionan la masa muscular e incluso la liberación de adrenalina, convirtiéndole en un adicto total. Dent pertenece a este cuerpo de alguaciles creado por la empresa de tecnología que domina el mundo; Flak Corps, para mantener a raya a todos los piratas virtuales que pretendan hundirles el negocio o acabar con sus clientes.
Como acompañante de Dent, tenemos a Debbie Decay, la que para mí es la protagonista absoluta de la historia. La única persona en las Islas de los Ángeles que no hace uso de la red. Enamorada perdidamente de Teddy, un chico débil y sensible que acabaría convirtiéndose en el brutal y adicto Led Dent, se ve obligada a mantenerse a su lado para intentar recuperar a su antiguo amor, objetivo que está más cerca que nunca, ya que están en la que creen que es su última misión tras la cual podrán alejarse de todo; atrapar al terrorista Davey Trauma, un psicópata que piensa que vive en un videojuego y se sirve de su control sobre la tecnología para matar y esclavizar gente por pura diversión.
Pero Flak tiene una última misión para ellos; Debbie y Dent tienen que ir hasta Tokio, una región que gracias a un campo EMP desconecta cualquier fuente de energía eléctrica o base de datos virtual, y donde supuestamente, un señor de la guerra, ha conseguido que vuelva a haber vegetación y recursos naturales, Flak afirma que los está acaparando.
Como siempre, no hay que fiarse de lo que dicen los grandes magnates; Tokio es el último refugio para la humanidad, un lugar en el que escapar de la adicción a la tecnología y aprender a vivir en armonía con la naturaleza. Esta sociedad es guiada por Kazumi, la responsable de traer la vida a Tokio y mantenerlo a salvo de la tecnología, aparte de instaurar un neo-bushido que encaja con el deseo de mantener una unión respetuosa con el entorno.
A partir de aquí comienza una vorágine de acción y luchas de ideales contrapuestos que no dejan un momento de respiro, y que, en sólo 10 números Rick Remender nos da una historia realmente buena y perfectamente cerrada, aunque se deje al final cierto espacio para la reflexión e incluso futuras continuaciones. Desde luego, creo que merece que cualquier aficionado al cómic le de una oportunidad.
La historia se compone de Tokyo Ghost #1-10.
El año 2089 jamás estuvo más cerca.
Apartado Gráfico
Sean Murphy tiene una capacidad sorprendente para transmitir el movimiento y para crear ambientes tecnológicos. Sus diseños de personajes y vehículos son muy acertados e innovadores. Su característico estilo a base de infinitas líneas y figuras angulosas tiene que ser un quebradero de cabeza para cualquier colorista, menos mal que le acompaña Matt Hollingsworth, un colorista de élite que siempre sabe sacar todo el jugo a los dibujos de Murphy. Entre ambos realizan un trabajo perfecto, que hacen que cueste imaginar esta historia con unos artistas distintos.
Ediciones
En España, esta obra ha sido publicada por Norma Editorial en dos tomos de encuadernación rústica que incluyen la historia completa:
Tokyo Ghost 1: El jardín atómico
Tokyo Ghost 2: Uníos a nosotros
ACTUALIZACIÓN: Norma Editorial publicó la obra en un formato de lujo, en un único tomo en tapa dura, con sobrecubiertas e incluyendo todo el material extra de la edición Deluxe HC americana.
Yo por mi parte, he leído la edición en dos TPB de Image, que contiene aparte de los 10 números una serie de extras como portadas variantes, las tintas de algunas páginas y el Tokyo Ghost Sketchbook que recoge el proceso creativo de algunas páginas, bocetos y diseños de personajes y el desarrollo del logotipo.
En EEUU, aparte de los dos TPB que comento, también están las grapas originales y un tomo integral a mayor tamaño y en tapa dura (Deluxe HC).
Paranoia Secuencial 
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