RESEÑA Kraken, de Antonio Segura y Jordi Bernet

«Métaselo en la cabeza… no necesito del cielo ni del infierno para vivir… ese es su negocio.»

Kraken es una serie de cómic creada por Antonio Segura (guionista) y Jordi Bernet (artista) la andadura editorial de Kraken se centró en aventuras serializadas en las revistas de la época, y la publicación de las mismas tuvo lugar entre julio de 1983 y junio de 1987, concretamente en las revistas Metropol (Ediciones Metropol S. A.) (números 3-5, 7-9 y 12) y Zona 84 (Toutain Editor) (números 25-33, 36 y 37). Posteriormente a su publicación en revistas, las historias fueron recopiladas en diversos álbumes (ver al final de la reseña, el apartado de ediciones).

En los años 80, concretamente en 1983, en pleno boom del cómic español y con un mercado en el que iban apareciendo más y más revistas con excelentes obras, guionistas y artistas, un grupo de autores, entre los que se encontraban Mariano Hispano, Leopoldo Sánchez, José Ortiz, Antonio Segura, Leopoldo Ortiz, Manfred Sommer y Jordi Bernet, fundaron la editorial Ediciones Metropol S. A. con el fin de tomar mayor partido en cómo y de qué manera se publicaban sus trabajos. De la editorial salieron revistas como Mocambo o K. O. Cómics, en donde se publicaron grandes series como Frank Cappa, Hombre o Bogey, pero el proyecto central era otro, de hecho, llevaba el nombre de la empresa; la revista Metropol.

Esta revista no sólo aglutinaba a grandísimas personalidades del cómic español, sino que además promocionaba una idea muy original: las historias de la revista tenían lugar en la peligrosa ciudad de Metropol, y dependiendo la serie que uno leyese, podía ver distintas áreas de la urbe, así como personajes o géneros. Una especie de universo compartido pero de los tebeos adultos de las revistas, un concepto que a mí me resulta muy meritorio e interesante. Desgraciadamente, la editorial no se planteó todo lo bien que debiera, o la suerte no le acompañó y Ediciones Metropol S. A. fue efímera, desapareciendo en 1984 y pasando sus series a otras revistas y editoriales.

De entre todas las colecciones que se publicaron en la revista Metropol, hoy toca centrarnos en Kraken, firmada por dos genios del tebeo como son Antonio Segura y Jordi Bernet, y que decidieron ambientar su serie en las cloacas de Metropol, dando lugar a un conjunto de historias cortas que tienen lugar en la vasta y laberíntica red de alcantarillado de la ciudad, en la que nos encontramos a un grupo policial muy especial; el Grupo de Acción Subterráneo, también conocidos como la policía subterránea, los krakaneros o los krakeneros y protagonizadas por su teniente: Dante.

El principal cometido de los krakaneros, y por tanto de Dante, es mantener la justicia en las cloacas, un lugar que suele ser la guarida, el sitio ideal para actividades ilícitas o la vía de escape de la más baja escoria criminal de la ya de por sí perniciosa Metropol, pero no sólo tienen que preocuparse de los asesinos, terroristas, violadores o traficantes, sino que por las aguas terriblementes contaminadas de las alcantarillas se mueve una pesadilla… el Kraken.

Pero… ¿qué es este Kraken? Pues depende de a quién se le pregunte, porque en el fondo, poco se sabe de esta terrible criatura. Para algunos es un «animal desconocido que extiende sus tentáculos bajo la ciudad», para una gran mayoría, el Kraken es simplemente una bestia, un monstruo al que temer, para otros, un mutante originado por la contaminación presente en las cloacas, ciertos personajes ven en el Kraken una criatura poseída por el demonio, y los hay que piensan que el Kraken es una entidad cuyo origen no puede ser rastreado y que siempre ha existido, al más puro estilo lovecraftiano. Pero nada de eso tiene verdadera importancia, puesto que son cuestiones que nunca se aclararán, simplemente basta con saber que el Kraken es un ser real que habita en estas alcantarillas. Su importancia en las historias varía, en muchas de ellas es sólo un elemento circunstancial, una ficha más sobre el tablero de juego, que puede permanecer durante varios capítulos en el olvido, pero que siempre volverá para recordarnos que acecha bajo las oscuras aguas.

Así que el Kraken, pese a dar título a la obra, no es el eje central de todas ellas, de hecho, es el único elemento sobrenatural de la serie, una especie de aderezo que le da un toque especial a un conjunto de historias de un género mucho más apegado a la realidad, como es el género negro, en este caso con dosis de hard-boilded y desde una perspectiva sucia, descarnada, violenta y que surge siempre de lo más bajo, de la escoria. En este aspecto, Kraken me sorprendió, no sabía apenas nada de ella y me esperaba más una especie de «caza del monstruo» y me encontré con historias de atracos, secuestros, robos, tráfico de drogas… casos policíacos pero sin ningún tipo de glamour y siempre en este entorno tan desapacible de las cloacas.

Y es que no hay que olvidar que los krakeneros son un cuerpo policial, la policía subterránea, y todos los criminales por una cosa o por otra acaban en la red de alcantarillado, quizá porque al fin y al cabo, los sistemas jerárquicos siempre han funcionado así, los estamentos más acomodados de la sociedad han vivido en lo alto, y los indeseables han sido condenados a ser apartados, ocultos bajo los pies de los poderosos… o quizá es que simplemente las cloacas sean un lugar idóneo para pecar o una vía de escape que conecta toda la ciudad de Metropol.

Pero al igual que el propio protagonista, Dante, nos puede parecer, porque lo es, una referencia al famoso infierno, al final, las cloacas de Metropol es donde todos los residuos de la ciudad, o de la humanidad, tanto físicos como morales, acaban, alimentando y creando un ser como el Kraken, que pese a ser determinantemente letal e insaciablemente cruel, no deja de ser algo creado a nuestra imagen y semejanza, fruto de nuestros propios despojos. No se puede olvidar que «no hay perro que no se parezca al amo», y el Kraken no deja de ser nuestra criatura.

Comento esto, no por volver a darle importancia al Kraken, sino porque todo lo que digo de la maldad intrínseca al ser humano es, para mí, la columna que vertebra la obra, en un constante esfuerzo narrativo por demostrar una y otra vez de todo lo (malo) que es capaz el hombre. Son relatos crudos, que no hacen ningún tipo de concesión, estamos hablando de que en la red de alcantarillado de Metropol se acaba reuniendo siempre lo peor de lo peor, la escoria criminal. Así pues, los asesinatos, torturas y violaciones de cualquier variedad (todo ello siempre explícito) están a la orden del día, y sólo los krakaneros de Dante como barrera entre la más baja estofa, el Kraken y la ciudad. Pero es que ni siquiera Dante, ni los krakaneros son roles de conducta… ¿por qué? por lo de siempre: son personas.

Es que el mundo funciona así, esto no es una película en la que los buenos no matan o matan en defensa propia, aquí los personajes se mueven en una constante escala de grises, aplicando cada uno su propio concepto de justicia o simplemente de venganza, hasta convertir a nuestro protagonista en un sufrido antihéroe que no vacilará en los momentos más complicados, lo que tampoco es de extrañar tras ver las experiencias que tiene que afrontar, y que destrozarían a cualquiera.

No hay que dejar de señalar que para aderezar estas crueles aventuras, tenemos las pertinentes dosis de crítica social, que, pese a ser fruto del momento, siguen conservando vigencia, o la mordaz sátira al poder y a la religión, por los que Dante no profesa ninguna simpatía. Si alguien duda de la intención de denuncia de la serie, no hay más que recurrir a los textos del propio Antonio Segura para la edición de Glénat, donde iba comentando la obra y donde, entre otras cosas, contaba que para escribir Kraken, se limitaba a leer las noticias y creaba los guiones partiendo de las mismas. Episodios como los de los abortos o el revolucionario en las cloacas son sólo un par de ejemplos de esto que comento.

Toda esta inspiración y elementos conforman un tebeo con un corte de género negro muy marcado, pero que también beben de un hard-boiled sucio y violento acorde con el contexto que bebe de un deje de irónico y una mala baba propiciados de una manera seca que sólo Antonio Segura es capaz de conjugar.

No sé por qué, antes de leer la obra, tenía la idea preconcebida de que la ciudad de Metropol iba a ser un entorno futurista. No puedo hablar por el resto de series ambientadas en dicho lugar, pero Kraken es completamente contemporánea a la época en que fue concebida, tanto en contexto como en elementos. Como curiosidad, se pueden encontrar diversas referencias en el dibujo de Bernet, tanto a elementos culturales en general (a mí me ha parecido ver a Brian Johnson) como a otras obras/personajes de cómic, tanto del propio Bernet (Torpedo está de fondo en un capítulo en un grupo de mafiosos) como ajenos (entre los que destaca un Tintín en una camiseta de un loco del manicomio).

La lectura de Kraken es de las que se disfrutan de principio a fin. Casi 40 años han pasado ya desde la publicación de la primera historia de la serie, y conserva intacta su calidad. Además, estos tebeos de revistas, publicados como historias cortas tienen la ventaja de que se pueden leer tanto del tirón (además con lo buena que es Kraken, dan ganas de hacerlo), o poco a poco, leyendo una o dos historias al día para ir paladeándolas. Los capítulos son en general autoconclusivos (creo que sólo hay dos capítulos que forman una historia completa a modo de díptico), y el elenco de personajes recurrentes se limita a Dante principalmente, por lo que se puede retomar la obra tras mucho tiempo de ausencia y según comiences un nuevo relato, estarás completamente dentro.

Obviamente, con un total de 18 capítulos, habrá algunos que gusten más que otros y cada lector tendrá sus favoritos, pero la calidad nunca baja del notable, y cuando lleguemos al final desearemos que haya otros 18 relatos más para seguir acompañando a Dante y sus krakaneros, lo cual dice mucho, y muy bueno, de la obra. Además, pese a que el tono y el estilo son constantes, los argumentos siempre son originales, y nunca se hacen repetitivos y por las páginas de Kraken pasarán políticos, prostitutas, chulos, terroristas, asesinos, desgraciados, un exorcista, mafiosos, un locutor de radio, policías de la superficie… de todo en todo tipo de tramas. Y lo mejor y más sorprendente, es que el cambio de editorial y revista que sufrió no se nota lo más mínimo.

Kraken es puro cómic español adulto de los 80, y como tal, se lo recomiendo a cualquiera, siempre y cuando no sea sensible a la más pura violencia y la sátira más descarnada. Esta serie hará las delicias de los amantes del género negro, pero también de cualquier lector que sólo quiera leer algo bueno y que no sea una simple historia vacía. Los seguidores de Abulí, encontrarán en Kraken una historia que les gustará seguro, y así, apuesto a que se convertirán en seguidores de Segura, y los lectores de cómic en general, sea cual sea, lo mismo. Todo el mundo a leer Kraken: es condenamente bueno.

Apartado Gráfico

Poco o nada nuevo se puede decir del autor detrás del arte de Kraken, porque hablar de Jordi Bernet es hablar de uno de los grandes maestros del dibujo del cómic patrio, pero también del cómic internacional. Su blanco y negro tiene una potencia y un agarre brutal, basado en sombras que generan una atmósfera completamente inmersiva y efectista, que aplicadas al entorno de las cloacas con la habilidad de Bernet, crean una sensación sucia, tenebrosa y claustrofóbica muy acorde con lo que ocurre en la red de alcantarillado de Metropol.

Su narración gráfica es clara y muy centrada en generar profundidad e impacto, lo que combinado con el efectismo de sus figuras, hace de la lectura una delicia. Sus personajes reflejan en sus rostros y cuerpos su determinación y forma de ser, al igual que una expresividad cristalina, con héroes fibrosos y duros como Dante, enfermizos o descuidados secundarios y compinches, desagradables criminales y voluptuosas y sugerentes mujeres, sin importar del lado que estén. Aquí es quizá donde se le puede buscar un poco el defecto al arte de Bernet, porque los rostros de las mujeres son siempre muy similares, y hay una cierta forma de rasgos faciales masculinos bastante recurrente. Pese a ello, esto son apreciaciones personales que creo encontrar al ponerme muy tiquismiquis, ya que en realidad, esto no se hace notorio y siempre la diferenciación de personajes impera, dándonos una gran variedad de rostros, y es totalmente comprensible ver en cualquier dibujante algún deje como el mencionado.

Un aspecto que me gustaría destacar es el diseño de escenarios, uniformes, transportes y equipamientos vistos en estas cloacas de Metropol y empleados por el Grupo de Acción Subterráneo, con una estética firme, sencilla y siempre al servicio de la utilidad, pero que a mí me ha gustado mucho.

Ediciones

Kraken ha tenido diferentes ediciones a lo largo del tiempo, siendo la primera de ellas su publicación por capítulos en las revistas mencionadas al comienzo de la reseña. Al mismo tiempo, fue recopilándose en tres álbumes en total por Toutain Editor. Concretamente los álbumes son de 1985, 1987 y 1989, con encuadernación en rústica y un tamaño de 27,5 x 21 cm, lo que es ligeramente superior al tamaño de la revistas (en el caso de Zona 84 eran de 26 x 20 cm). Realmente no sé si realmente hay un aumento del tamaño del dibujo o se compensa con unos márgenes mayores para que el álbum tenga las mismas dimensiones que otros álbumes de Toutain.

Posteriormente, en 1997, Ediciones Glénat reeditó Kraken en 8 grapas con un tamaño de 26 x 17 cm. Dichas grapas serían recopiladas más tarde en dos retapados de 4 grapas cada uno. Cabe mencionar, que para esta edición se contó con unos textos de Antonio Segura, en los que comentaba los capítulos de dos en dos con unos textos que son una maravilla, que ayudan a comprender mejor la obra y las influencias de la misma y que se leen con sumo gusto. En 2003, Glénat sacó otra edición más, esta vez en un álbum integral editado en cartoné, a un precio de 17,95€.

Evidentemente, todas estas ediciones que acabo de mencionar están descatalogadas. Por suerte, Editorial DQ en su vertiente de publicación de cómics, DQómics, ha tomado la iniciativa y ha rescatado recientemente (se lanzó el 3 de junio) esta obra en un tomo integral: Kraken: Edición Integral. El volumen en cuestión está editado con mucho mimo, dando lugar a la que es, en mi opinión, la mejor edición de la obra teniendo en cuenta que la calidad de los materiales empleados es muy elevada, con un cartoné realmente duro y un papel poroso perfecto para la impresión del blanco y negro sin transparentar nada, con una reproducción a la que no le puedo sacar ninguna pega. El tamaño del tomo es de aproximadamente 26,5 x 19,5 cm, es decir, que tenemos el mismo tamaño que en la publicación original en revistas, lo que para mí es lo ideal.

Pero la edición no se queda en eso, sino que también incluye diversos extras de gran interés, como un prólogo de Leopoldo Sánchez, un texto tras la obra de Jordi Bernet, diversas fotografías de los autores que participaron en el proyecto Metropol en dicha época, así como una portada de la revista Metropol protagonizada por la serie Kraken, las diversas ilustraciones que sirvieron como portadas para las recopilaciones en álbum de Toutain, y una muestra del proceso de entintado de Bernet. Un total de 176 páginas, por 20€, lo que me parece un precio tremendamente bueno, no sólo por la calidad de la lectura y de la edición, sino también por los precios que se manejan a día de hoy en cómic europeo. No hay más que ver que hace 18 años, casi dos décadas, Glénat sacó la obra por 17,95€, sólo 2€ más barata que esta edición, simplemente aplicándole la inflación al precio de Glénat, el precio actual teóricamente debería ser de 23,77€ (he empleado una calculadora online). Eso sin tener en cuenta cómo ha cambiado el mercado del cómic con una tendencia alarmante a tomos más y más caros, por todo esto, esta edición de DQ es de agradecer, no sólo por permitirnos volver a disfrutar de esta obra, sino por sus características y precio.

Aún con todo, la edición de DQómics tiene un par de fallos para mí, que hacen que no sea perfecta. El primer fallo es no incluir los textos de Antonio Segura para la edición de Glénat, desconozco si quizá haya sido imposible conseguir los derechos sobre los mismos o ha sido por otro tema, pero se echan mucho de menos. El segundo fallo, que es, para mí, el más gordo, es que pese a ser una edición integral, falta una historia de Kraken que los autores realizaron en una página doble y que adjunto aquí abajo, simplemente con el afán de que el lector de la edición de DQómics pueda disfrutar de ella, y sin ninguna intención de importunar a la editorial DQómics.

Son fallos que me fastidian bastante, especialmente en una edición tan buena como esta, pero que creo indispensable remarcar, quizá el de los textos sea más entendible y se trate de algo a nivel personal mío, pero la omisión de la historia a doble página creo que es un grave error, más aún cuando en los extras del tomo se nos muestra el proceso de entintado de parte de esta historia, como se podrá ver más abajo en las fotografías que he tomado de la edición de DQómics. Pese a ellos, sigo creyendo que su edición es muy buena y que estos pequeños fallos los irán subsanando en posteriores ediciones de otras obras.

¿A qué viene todo esto? Pues es muy simple, igual que cuando las editoriales hacen las cosas mal soy de los que piensa que hay que mostrar el descontento no apoyando el producto en cuestión, también creo que los buenos movimientos editoriales hay que respaldarlos. Cualquiera que me conozca, sabe que no pongo demasiadas pegas a las ediciones, y que simplemente con tener el material en unas condiciones suficientes para leer adecuadamente me vale, y esta obra de Kraken me fue ofrecida sustancialmente más barata en dos ediciones anteriores distintas que el tomo de DQ (podría haber tenido la obra por 10€), y cualquiera que busque en el mercado de segunda mano encontrará precios similares. Pero preferí adquirir la edición de DQ, no por un tema de fetichismo editorial o necesidad de tenerlo todo en cartoné, ya que a mí eso no me influye para nada, sino porque han decidido apostar por nuestro cómic, un cómic que cada vez está más olvidado, y además con una edición buenísima y a un precio muy asequible. No se les puede pedir más (excepto el error de la historia a doble página), y simplemente la perspectiva de pensar que apoyando este Kraken podamos llegar a ver más tebeos del magnífico boom del cómic español publicados de nuevo, como por ejemplo Burton y Cyb de Antonio Segura y José Ortiz u otros proyectos de la revista Metropol como Polux de Manfred Sommer, por mencionar sólo un par de ejemplos, me parece endemoniadamente ilusionante. Así que desde aquí, os animo a que si tenéis interés por este Kraken, que acudáis a la edicion de DQómics.

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16 respuestas a “RESEÑA Kraken, de Antonio Segura y Jordi Bernet

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  1. Buena reseña, como siempre. Una duda: ¿Se incluyen las portadas originales delante de cada número? Normalmente soy un firme defensor de esa práctica, pero la portada del número 2 me destripó el final de la mejor historia de los 4 primeros números que he leído hasta el momento, y creo que en este caso sería mejor incluirlas al final a modo de portfolio.

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    1. En realidad, portadas originales no hay, ya que la serie venía en las revistas. Las portadas que comento que se incluyen son las de los recopilatorios en álbum de Toutain, que se incluyen al final. Tú creo que te refieres a las portadas de la edición en grapa de Glénat, que en realidad, eran ampliaciones de viñetas del cómic, y precisamente el número dos, destripa, como bien dices, una de las mejores historias, y una de mis favoritas. Pero no te preocupes porque estas «portadas» no se incluyen, ya que no tendría sentido.

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      1. Exactamente, me refería a las de Glenat, que es la edición que estoy leyendo. Y bien que hacen en no ponerlas en la nueva edición, más aún no siendo «portadas» en sí.

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  2. Pues estoy a leyendo el tomo, me he leído los dos primeros capítulos. de DQ Comics y me está gustando. No podía ser de otra manera teniendo unas guardas con un dibujo de Bernet con una mujer en primer plano con las tetas al aire con las palabras Death y life tatuada en ellas 😂😂

    He visto que todas las imágenes que vienen en los extras son de portadas, pero los de las guardas donde salen? Es de algún dibujo de Bernet o de alguna portada?

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    1. Espero que haya seguido gustándote (y a poder ser más todavía). Creo que va mejorando conforme avanza. Por cierto, ¿has visto a cierto matón a sueldo italiano en una viñeta con mafiosos?

      Respecto a la imagen de las guardas, ahora que lo dices, no había caído en lo de las imágenes de las guardas, y la verdad es que no tengo ni idea de su procedencia… ¿quizá algún anuncio en una revista de la época o un pin-up? Ni idea.

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