RESEÑA El Mundo de Sarvan, de Antonio Segura y Jordi Bernet

«Y a mí nadie me enseñó… a leer… ¡¡lo que ya está escrito!!»

El Mundo de Sarvan es una serie de cómic español publicada originalmente bajo el nombre de Sarvan en la revista Cimoc de Norma Editorial entre agosto de 1982 y marzo de 1984 en los números indicados en la sección de contenidos (más abajo, en esta misma reseña). Sus autores son Antonio Segura, guionista, y Jordi Bernet, dibujante.

En el remoto mundo de Wolds, donde la humanidad vive dividida en primitivas castas, vive Sarvan, una aguerrida mujer que sueña con un hombre caído de las estrellas. Cuando éste aparezca, comenzará una aventura que llevará a Sarvan a enfrentar retos de magnitudes insospechadas, que poco a poco revelarán, oscuras fuerzas que manipulan y juegan con las vidas de los moradores de Wolds.

Me voy a dejar de preámbulos y voy a ir directo al grano: antes de comenzar a leer El Mundo de Sarvan, ya sabía que la obra tenía muchos ingredientes para que me gustase: era un cómic español de la época del boom y de las revistas y contaba con unos autores excepcionales; Antonio Segura al guión y Jordi Bernet al dibujo, de los que ya había leído trabajando juntos la estupenda Kraken.

No obstante, había una parte de mí que, ignorantemente, recelaba del cómic, y pensaba que simplemente me iba a gustar, pero sin ningún alarde. La razón es sencilla; no sabía nada de El Mundo de Sarvan y tenía entendido que era un cómic erótico, por lo que yo esperaba algo con un argumento y una historia pobres, que llevasen la acción de un lado a otro buscando una mera excusa para mostrarnos escenas subidas de tono.

Por fortuna, Antonio Segura me ha demostrado que jamás debería dudar de su nombre, ya que, pese a que el componente erótico está ahí de fondo, con menciones habituales a todo lo relacionado con lo sexual a través de ciertas costumbres de las castas, con la pobre Sarvan «perdiendo» la ropa cada dos por tres o incluso esas formas fálicas que a veces «adornan» la escenografía, este no es el fondo de la serie.

De hecho, Segura se desmarca completamente de las situaciones tipo en las que el personaje femenino es la víctima, la damisela en apuros o el simple abrigo del héroe de turno. Sarvan es la protagonista indiscutible de esta obra y demuestra estar por encima de cualquiera que se cruce en su camino, y todos aquellos que la desean e incluso querrían forzarla sufrirán una ira implacable de la que no podrán huir. Es más, incluso estos roles «clásicos» se ven radicalmente tornados y es Heloin el componente débil de los dos personajes. Y digo débil, y lo es en teoría en más de un aspecto, ya que una parte de la caracterización de éste héroe llevará a que el propio Segura considere esta obra enmarcada dentro de un nuevo género: el suspense sexual.

Como decía, el componente erótico está presente, es un ruido de fondo, pero lo que es el argumento y su desarrollo no precisa de beber de éste de forma continuada, sino que nos presenta una historia realmente interesante en la que los autores se toman el tiempo de construir un mundo rico y extenso que a mí me fascinaba continuamente. A través de los capítulos vamos conociendo las castas o tribus, con distintas costumbres, mitos y tradiciones, algunas veces de carácter bizarro, pero siempre sorprendentes y fascinantes, al igual que van haciendo aparición personajes y entidades con un gran potencial.

En El Mundo de Sarvan tenemos un despliegue imaginativo que me ha atrapado. El género podría ser de espada y brujería pero con ambientación primitiva y tribal (una especie de fantasía prehistórica) y con inclusión de ciencia ficción, tratada ésta de una forma inteligente al hacernos ver la interpretación de los propios habitantes del planeta a modo de esos mitos y leyendas que momentaba. Vamos conociendo poco a poco este mundo y cómo funciona, al mismo tiempo que se nos descubren secretos de carácter más trascendental, con ligeros toques de existencialismo, en los que se hablará de destino, libre albedrío y conceptos similares a los que podemos (y debemos) sacarle una lectura más terrenal y completamente aplicable a nuestra propia esfera de realidad.

Mención aparte merecen para mí ciertas imágenes que disfrutamos a lo largo del tebeo y que tienen una potencia visual impactante, destacando, por encima del resto esas escenas de Sarvan caminando por el sinuoso tablero de ajedrez que es la vida en manos de «fuerzas superiores».

Una cosa que a mí me encanta es que los autores no se ponen restricciones a la hora de incluir nuevos elementos, sin importar que puedan quedar un pelín anacrónicos con el resto del conjunto, o dar lugar a un compuesto demasiado heterogéneo. Precisamente gracias a esto, todos los elementos acaban perfectamente integrados y el contexto creado tiene sentido y en él cohabitan elementos prehistóricos, medievales al estilo europeo, de culturas indígenas o de ciencia ficción ochentera.

Y tras todo esta disquisición sobre el eclecticismo de la obra, si se me obligase a catalogar El Mundo de Sarvan dentro de un único género, más allá de la fantasía, la ciencia ficción o el erotismo, creo que el género que destaca de forma notoria por encima del resto, es el de aventuras, porque la historia de Sarvan es una gran aventura de las que sumergen al lector de principio a fin. Se le pueden sacar ciertas lecturas, o buscar intencionalidades ocultas, pero la mayor cualidad del tebeo es el disfrute y la diversión que aporta.

Como decía, no esperaba que me gustase tanto como lo ha hecho, me ha enganchado totalmente y el rato que estaba leyendo me veía transportado a otra realidad completamente distinta. Es cierto que quizá hay que entrar en el juego propuesto por los autores, y dejarse llevar por esas bizarradas que a veces nos sorprenden o aceptar cuando el leve carácter erótico de la propuesta toma brevemente las riendas de los acontecimientos.

Si es cierto que la historia se va comprendiendo y reconfigurando a medida que uno lee, principalmente por dos motivos; el primero es que Antonio Segura no trata a los lectores como si fueran tontos, y aporta información pero dejando espacio a la interpretación y a la comprensión propia, y el segundo, también es cosa de Antonio Segura, y es que, me da la sensación de que la obra sufre algún cambio de dirección repentino o reestructuración en el camino, al igual que alguna caracterización concreta, quizá porque el guionista no tenía las cosas claras desde el principio o porque conforme se iba desarrollando todo decidió explorar otras opciones.

Eso sí, el final me pareció bastante escueto y precipitado. Todo se acaba de golpe y de una forma casi anticlimática, al menos en mi opinión, no habría estado de más ampliar la conclusión para conseguir una mejor sensación de cierre (por no mecionar que me habría encantado poder leer más de esta historia).

Pese a esto, lo que es la historia goza de una solidez remarcable, demostrando la gran calidad de los dos autores implicados.

A diferencia de otras historias surgidas en esta época, caracterizadas por ser historias cortas, autoconclusivas y que solían tener finales potentes, y donde no se veía una continuidad férrea entre ellas, sino que el lector podía leerlas en el orden que quisiese, El Mundo de Sarvan, pese a estar presentada a modo de capítulos más o menos autoconclusivos, todos éstos van formando un mosaico más grande, una historia completa, a modo de historia serializada, lo que añade un plus al conjunto y permite un desarrollo distinto de la trama y los personajes, que creo que a esta historia le sienta muy bien. Si me imagino El Mundo de Sarvan con capítulos aislados como pasaba con Kraken, creo que habría perdido muchísimo y sí que podría haber acabado siendo un cómic menos interesante.

En definitiva, con El Mundo de Sarvan estamos ante un tebeo muy recomendable para todos esos lectores a los que les atraiga el género de la fantasía, los mundos desconocidos, un ligero aderezo erótico y, sobre todo, las aventuras. Es una lectura de las de pasarlo genial y dejarse embarcar en un viaje despreocupado por un mundo embriagador, así que fans del cómic español… ¡reuníos!

Contenidos

Algo que suelo echar en falta en las recuperaciones de cómic español de la época de revistas, y que pasa de manera bastante extendida en prácticamente todas las ediciones de distintas editoriales, es un listado con la correspondencia de cada relato con su publicación original en las revistas de la época. Por si alguien también está interesado, como yo, en la ubicación contextual de las historias, incluyo a continuación, en el mismo orden y con la misma paginación que tienen en la edición de DQómics, los títulos de cada entrega original y el número de la revista Cimoc de Norma Editorial en el que fueron publicadas:

• 7: El Mundo de Sarvan – Cimoc #18 (agosto de 1982)
• 21: Heloin – Cimoc #19 (septiembre de 1982)
• 31: Desiertos – Cimoc #20 (octubre de 1982)
• 41: Liblack y Liwhitte – Cimoc #21 (noviembre de 1982)
• 52: Takboki – Cimoc #22 (diciembre de 1982)
• 63: El Maldito – publicada originalmente en dos partes (aunque en la edición de DQómics se presenta como un único capítulo sin separaciones); la en primera en Cimoc #23 (enero de 1983) y la segunda parte (página 69) en Cimoc #24 (febrero de 1983)
• 75: La Sangre de los Dioses – Cimoc #25 (marzo de 1983)
• 86: La Tumba de Piedra – Cimoc #26 (abril de 1983)
• 94: Los Hijos de la Bestia – Cimoc #27 (mayo de 1983) (publicado originalmente a color)
• 102: La Noche de los Kiruks – Cimoc #30 (agosto de 1983) (publicado originalmente a color)
• 110: Thunka – Cimoc #31 (septiembre de 1983) (publicado originalmente a color)
• 118: La Larga Espera – Cimoc #33 (noviembre de 1983) (publicado originalmente a color)
• 126: El Dulce Amor – Cimoc #36 (febrero de 1984) (publicado originalmente a color)
• 134: Edén – Cimoc #37 (marzo de 1984) (publicado originalmente a color)

Apartado Gráfico

No quiero redundar en lo ya sabido, porque cada vez que hablo de un cómic dibujado por Bernet acabo diciendo lo mismo: es un dibujante magistral y su dominio del blanco y negro hechiza en cada viñeta.

Pero es que además, en El Mundo de Sarvan, parece que me gusta todavía más de lo habitual, no necesariamente porque lo haga mejor que en otros trabajos, sino porque la obra le permite moverse por otros ambientes en los que yo personalmente no le había visto. Ya no es una historia que toma lugar en el Nueva York de los años 30 como en Torpedo 1936, en las alcantarillas de la peligrosa Metropol como en Kraken o en el fiero desierto como en Snake: Por un Puñado de Dólares, ya no estamos en lugar más o menos familiares de esas u otras obras, sino que aquí tiene un mundo que ayudar a crear, y para hacerlo, nos traslada a parajes desérticos con toques de planetas distantes, junglas, acantilados… con unas escenografías impresionantes, como también lo son todos los elementos de atmósfera, ambientación o simple atrezzo con los que viste cada página. Puede que Sarvan sea la mujer prototípica de Bernet, y que Heloin tenga el rostro de los héroes de otras de sus obras, pero todo eso queda en un segundo plano con la cantidad de cosas que hay que admirar en cada página. Me ha parecido realmente refrescante ver a Bernet fuera del ámbito en el que le conocía, y me deja con muchas ganas de verle en contextos similares.

Ediciones

Para leer El Mundo de Sarvan, se podría recurrir a los números de la revista Cimoc de Norma Editorial en los que fue publicada la serie originalmente (listados en la sección de contenidos, más arriba), pero, afortunadamente, la obra ha tenido más ediciones.

En mayo de 1984, Norma Editorial lanzó el primer álbum recopilatorio de la serie dentro de la Colección Cimoc Presenta, concretamente en el número 7, en una edición en blanco y negro, a tamaño álbum y encuadernado en cartoné. Pero este tomo no contenía la serie completa, y los capítulos restantes, es decir, a partir de La Tumba de Piedra, fueron publicados en el número 18 de la Colección Cimoc Extra Color, un tomo en rústica y tamaño álbum, todos a color, incluso aquellos que habían sido publicados originalmente en blanco y negro.

En mayo de 1998, Planeta Cómic, por aquel entonces Planeta DeAgostini, publicó la obra completa en un tomo en rústica con un tamaño de 27 x 21 cm. Más tarde, en torno a 2001, según la web tebeosfera, la serie fue publicada por entregas en la revista Penthouse Comix de Europe Star Publicaciones.

Tras veinte años olvidada en algún planeta lejano, por fin DQómics, el sello dedicado a publicar cómics de DQ Editorial, ha rescatado la obra este mismo mes, en enero de 2022. La edición de la obra sigue la estela de la que ya hicieran de Kraken, de la misma pareja creativa; un volumen que recopila toda la serie con una calidad de materiales muy buena, encuadernación en cartoné y un papel poroso perfecto para la impresión del blanco y negro, con una reproducción limpia y clara. El tamaño del tomo es de aproximadamente 26,5 x 19,5 cm, es decir, que tenemos aproximadamente el mismo tamaño que en la publicación original en revistas (27 x 20 cm), lo que para mí está genial, aunque se queda un pelín por debajo del tamaño exactamente igual. Cabe mencionar que en el tomo de DQómics todas las historias se reproducen en blanco y negro, incluso aquellas que en Cimoc fueron lanzadas a color. Supongo que esto puede causar un poco de división entre los aficionados, pero personalmente, creo que el dibujo de Bernet está mucho mejor sin color, además de que el color original no es nada especialmente vistoso, y habiendo leído ambas versiones, me quedo con la versión en blanco y negro, aunque, es una decisión que depende de gustos personales.

Como extras, el tomo abre con un interesante prólogo de Antonio Segura, que ayuda a contextualizar la obra y ponernos en situación, y tras el cómic en sí, tenemos la imagen a tinta que fue utilizada para la portada del tomo recopilatorio de Planeta DeAgostini, unos textos de Segura ilustrados por Bernet, que narran parte de la historia de Sarvan aclarando ciertos aspectos (cabe destacar que estos textos eran inéditos hasta el momento) y unas preciosas ilustraciones a modo de pin-ups de Bernet.

El precio del tomo es de 20€, por un total de 148 páginas en una edición genial a la que sólo le saco un fallo, que es más una filia personal, y es la falta de un índice con la correspondencia original con las revistas. Pero es una tontería que no le resta mérito a un volumen trabajado con mimo, que aporta interesante material extra, y que creo que está muy bien en cuanto a calidad-cantidad-precio, especialmente si lo comparamos con las ediciones de cómic español de otras editoriales. Como ya dije en la reseña de Kraken, y digo siempre que reseño un cómic español que se reedita, si te llama el material, ni te lo pienses, hay que apoyar estas ediciones (si se puede y quiere), especialmente cuando están tan bien hechas como la de El Mundo de Sarvan (u otras recientes como Nacido Salvaje, Grandes de lo Macabro o La Pista Atlántica y el Proyecto Cíclope). Merece la pena; lectura de calidad y la posibilidad de ver más trabajos de esta época reeditados en el futuro.

Este cómic fue proporcionado por la propia editorial a modo de copia de prensa. Esto no influye en la opinión aquí mostrada, ya que me comprometo siempre a exponer lo que pienso de manera totalmente sincera, jamás recomendaría algo que yo mismo no me compraría. Si quieres saber más, te invito a que accedas a la sección «Acerca de» en la cabecera de la web.

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