ENTREVISTA Daniel Díez, editor de cARTEm Cómics

Hola a todos, y bienvenidos a la sección de ENTREVISTAS, en la que tengo el privilegio de entrevistar a distintas personalidades del mundo del cómic. El objetivo de estas entrevistas no es únicamente conocer a fondo todos los aspectos acerca de cómo es el trabajo de estos profesionales del medio, sino también preguntarles acerca de sus experiencias en el mundo del tebeo, anécdotas, recuerdos, y cómo no, sus gustos personales, porque, por ejemplo, a mí siempre me ha producido curiosidad el saber qué es lo que ellos leen.

Hoy, podremos conocer un poco mejor a Daniel Díez, editor de cARTEm Cómics, que, de la noche a la mañana ha irrumpido en el panorama de las editoriales de cómic españolas y ha conseguido hacerse un hueco con una velocidad pasmosa y generando mucha expectación por ver cuáles serán los próximos movimientos de su editorial y, en especial, cuáles serán las obras que nos irán trayendo.

Por si no fuera suficiente mérito esta aparición digna de blockbuster, Daniel Díez es también uno de los dos responsables de un proyecto poderoso y con trayectoria, como es la editorial cARTEm o CM Editores, especializada en todo lo concerniente al arte y la historia, con artículos, especialmente libros y facsímiles, que son una obras maestras de la artesanía por si mismos.

Así que aquí comienza la entrevista a Daniel Díez, al que tenía muchísimas ganas de entrevistar, cargada de información interesantísima, vestigios del futuro de cARTEm Cómics y muchos datos que, normalmente nos son desconocidos a los lectores de a pie. Además, seguro que muchos se sorprenderán de la enorme pasión por el cómic de Daniel

Rubén Molina: Cómo no, tengo el deber de comenzar la entrevista agradeciéndote, Daniel, el tiempo que nos estás regalando y la oportunidad de conocerte un poco mejor tanto como lector de cómics, como en tu faceta de editor en cARTEm Cómics y la idiosincrasia de esta nueva editorial, que ha entrado pisando fuerte con el Drácula de Fernando Fernández, y que parece que promete mucho con un horizonte plagado de interesantísimos títulos.

Daniel Díez: Un placer, sin problema, estamos agradecidos por el interés de medios, blogueros y divulgadores del cómic en general por nuestro trabajo.

RM: Para empezar, ¿Te gustaría presentarte brevemente para aquellos que no te conozcan? ¿Quién es Daniel Díez?

DD: Pues un apasionado de los libros, de los cómics, de la historia, y de la música que ha tenido la suerte de dedicarse a lo que le gusta. Actualmente soy director editorial de cARTEm, empresa de la que soy propietario junto con mi socio, Pedro, y en la que recientemente hemos lanzado una línea de cómics.

RM: Me gustaría saber cómo Daniel Díez conoció el mundo del tebeo y se desarrolló en él.

DD: Desde antes de saber leer, a los 3 años, mi abuelo me traía bolsas de tebeos, de romanos, de la Edad Media… yo no sabía qué eran, ni de que trataban, pero me fascinaban y los miraba y miraba, absorbía las imágenes. Y ya cuando aprendí a leer me fui comprando los Pockets de Ases, de Bruguera, Mortadelo, Asterix, Lucky Luke, Spirou Ardilla (una revista maravillosa, donde aparecieron muchas de las series que ahora publica Dolmen en su colección Fuera Borda) … devoraba todos los cómics que caían en mis manos. En torno a los 10 u 11 años, empecé a tener más contacto con los superhéroes, aunque previamente ya había leído alguna grapa de Vértice. Hubo cómics que me marcaron, como aquel de los Defensores en el que el Mutante Alpha convertía en niño a Magneto. El primer número que recuerdo comprar por mí mismo era de la Patrulla X, creo que el 49, ambientado en el mundo de Arcade. A partir de ahí, la locura. Todos los viernes tocaba peregrinar de quiosco en quiosco a comprar todo lo que pudiera pagar. Además, tuve la suerte de coincidir con unos vecinos, compañeros de colegio, mayores que yo, que me dejaron Watchmen, V de Vendetta, Crisis, Ronin y todo que estaban haciendo en DC en ese momento, que me volaron la cabeza, porque era como salir de una zona placentera para estar en un sitio más incómodo, más adulto si cabe, pero en el que también querías estar. Títulos como Vigilante, Flecha Verde de Grell o Camelot 3000 eran totalmente rompedores. Actualmente estoy más en la BD y el cómic americano independiente porque creo que, salvo en excepciones, en Marvel y DC no está pasando nada interesante. Respecto al manga, no me he prodigado en exceso, tengo lo típico, Lobo Solitario y su Cachorro, Adolf, El Almanaque de mi Padre. Recuerdo que Pedro, mi socio, me descubrió Monster, pero en general no me he prodigado demasiado. También me encanta Bonelli y es una lástima que nunca haya acabado de funcionar en España.

RM: ¿Sigues más o menos la actualidad comiquera? ¿Sigues comprando cómics con ilusión mes a mes?

DD: Sí, me gusta mucho ir, y en internet estoy atento a toda la información que sale, estoy en redes sociales, grupos de Facebook, foros, sigo algún podcast de cómics, canales de YouTube. Miro las hojas de novedades de las editoriales, para ver las cosas interesantes que van saliendo, me encanta ir a la tienda y echar el rato charlando… es como un ritual.

RM: O sea, que sigues comprando mes a mes

DD: Para que te hagas a la idea, tengo un local lleno y ya no me caben más cómics… no sé dónde lo voy a meter todo. Siempre ando buscando huecos, y nunca paramos de comprar, además, ahora se publica más que nunca. Así que nada, mientras siga habiendo algo de hueco habrá que seguir comprando.

RM: ¿Cuáles dirías que son tus cómics favoritos? No me refiero a los que puedas creer que objetiva o formalmente son más interesantes o mejores, sino esos que a ti son los que más te gustan por una cosa u otra.

DD: Dividiendo un poco, en europeo uno de mis favoritos de siempre es Blueberry, también XIII que es muy similar en cuanto al planteamiento, alguien bueno que acaba siempre al margen de la ley y debe demostrar su inocencia. Y aunque no sea europeo, pero no es un cómic de superhéroes, El Príncipe Valiente, que es una obra maestra con cuadros en vez de viñetas. En cuanto a cómic español, destacaría la escuela Bruguera, que a mí y a muchos nos ha marcado, aunque ahora no nos acerquemos tanto, porque eran cómics para otro momento vital. Aparte, para mí hay cinco pilares básicos en el cómic de aventuras patrio: Jabato, Capitán Trueno, Cosaco Verde, El Espadachín Enmascarado y El Guerrero del Antifaz, aunque este último siempre me ha parecido más insulso. En cuanto al cómic americano, va por rachas, ahora estoy muy interesado en todo lo que tiene que ver con Rucka, Brubaker, Azzarello, etc. ese tipo de escritores que tiran hacia el género negro me llaman mucho la atención. También soy consumidor de Marvel y DC, tanto actual como clásico, pero lo moderno parece que me llena menos. Si tuviera que quedarme con un título clásico elegiría el Alpha Flight por lo que supuso para mí este grupo en su día. Mi personaje de cómic americano favorito, por otro lado, sería Batman ex aequo con Ojo de Halcón, quizás por el hecho de que al fin y al cabo son simples humanos entre dioses. En el caso de Batman, además, es un personaje con 80 años de vida y por el que han pasado los mejores autores y que han afrontado el personaje desde diversos ángulos, aunque sea contando la misma historia.

RM: Después de este desglose, dentro del cómic español, así de forma general, de todos los tiempos ¿podrías nombrar, cinco obras imprescindibles o que merezcan al menos una oportunidad?

DD: ¿Así a lo loco?

RM: A lo loco.

DD: Pues ya la he mencionado antes, en el género de aventuras, aunque es una serie larga y complicada de conseguir, El Espadachín Enmascarado, si tengo que elegir un álbum de Bruguera, me quedaría con Los mercenarios de Mortadelo y Filemón, en cómic adulto el Drácula de Fernando Fernández, por motivos obvios, no sólo porque lo hayamos editado nosotros, sino porque al final, este cómic y otros parecidos marcaron a una generación en la que ya los cómics no eran para niños o adolescentes sino para adultos. En épocas posteriores no podemos evitar nombrar a Paco Roca; Arrugas no es el que más me gusta de él, yo me quedaría con El invierno del dibujante, que también habla del medio. Y para el último hueco, me quedaría con Hombre.

RM: Ahora a mí me toca confesarme, y reconoceré que, personalmente no recuerdo conocer el Drácula de Fernando Fernández antes de que anunciaseis vuestra edición, y eso que soy un amante del cómic español del boom, y ahora, tras leer Drácula, simplemente por el arte me parece un tebeo espectacular. ¿Se te ocurren algunos títulos similares que hayan podido quedar olvidados entre toda esa marea de revistas y que quizá son diamantes en bruto a explotar?

DD: Sí que hay, pero el problema es que es complicado por el tema de derechos, muchas veces han recaído sobre los herederos, y éstos se tienen que poner de acuerdo, y también está el tema de los originales, que por la época o se los quedaba la editorial, o se extraviaban, y además no había el respeto por el original. La suerte con Drácula es que el autor conservó los originales, seguramente por ser especiales al estar pintados al óleo. Entonces sí que hay muchas cosas que me interesan pero que tampoco te las puedo decir (risas).

RM: ¿Por aquello del espionaje industrial, ¿verdad?

DD: Exacto (risas). Pero bueno, estamos explorando algunas cosas que me parecen curiosas y que merecería la pena reeditar.

RM: Ahora toca hablar un poco de cARTEm Cómics, una editorial que, pese a haber publicado solamente un cómic hasta el momento y un libro de arte próximamente, ya se ha hecho notar y es tenida en cuenta por muchos lectores, ¿cuál es la filosofía detrás de cARTEm Cómics, el espíritu de la empresa y sus ideales?

DD: No saturar el mercado, ofrecer un producto de calidad, y que la gente sepa que, si hemos decidido editarlo, que los lectores se puedan fiar. Afortunadamente, hoy en día no dependemos de la publicación de cómics para sacar adelante la empresa, y no necesitamos sacar X novedades por mes simplemente para hacer caja. Preferimos centrarnos y mimar el producto y sacar menos títulos pero que sean de calidad. Nuestra filosofía es sacar un cómic al mes, puntualmente dos en ocasiones especiales (salón, navidades…) para cuidar el resultado, no saturar el mercado y dar ediciones a la altura. Por ejemplo, ahora estamos con Quarry’s War (La guerra de Quarry) que te adelanto en exclusiva que saldrá en enero, por lo que será nuestra primera novedad del año, y le hemos dado ya tres veces vueltas a la traducción, y el traductor (muy conocido dentro del ámbito) está sorprendido por las sugerencias que le mandamos, ya que no es algo que suela pasarle. No nos conformamos con hacerlo, queremos hacerlo lo mejor posible.

RM: ¿En qué franja del mercado os gustaría operar? O, mejor dicho, ¿en qué tipo de obras os vais a enfocar?

DD: Hemos empezado con una recuperación de un clásico del cómic español, lo hemos combinado con algo complementario al cómic, como es este libro de arte de Frazetta, y luego tenemos firmada una línea Hard Case Crime, que son cómics de crimen y de género noir, pero por otro lado también tenemos firmados varios cómics franco-belgas de corte histórico. Por ejemplo, Noche Negra en Brest (un episodio de la guerra civil relacionado con Francia), Los Cosacos de Hitler y Los cinco de Cambridge (Segunda Guerra Mundial y la guerra fría, respectivamente) o El Exiliado, que no es un cómic histórico en sí, pero que está ambientado en la cultura vikinga e Islandia. Para que sirva de referencia, el otro cómic que hay publicado de este autor en España, fue traído por La Cúpula, que siempre es sinónimo de lo independiente, así que tenemos una dilatada variedad de registro, con cómic americano, británico, europeo, más independiente… la idea es que sea un buen cómic sin importar la procedencia.

RM: ¿Cuál es el público o el cliente objetivo de cARTEm Cómics?

DD: Todavía no conocemos del todo cómo es el lector de cARTEm, acabamos de empezar, pero queremos ir conociéndolo, ya sea por redes sociales, o cuando nos escriben con recomendaciones. Pero por el momento hemos visto mucha diversidad en los consumidores que han comprado Drácula, lo que es algo muy positivo, tanto de gente que lo ha recuperado, como otros que no lo conocían y se han enamorado. Incluso gente que no es compradora de cómics, y son seguidores de libros de terror. No hay un público objetivo definido. Todos son bienvenidos.

RM: ¿Cómo es la transición de pasar de publicar libros de arte y facsímiles a editar cómics? ¿Fue una decisión repentina o algo meditado?

DD: Algo meditado. Ya hicimos un intento hace cuatro años o así. El mercado en España parece que está un poco saturado, así que uno se pregunta: ¿Qué puedo publicar? Cuando salió Aftershock en USA vimos una oportunidad de coger una línea nueva y estuvimos negociando para publicar algunos títulos, pero de repente se acabaron las comunicaciones, porque Planeta había comprado toda la línea. Y ahí lo dejamos un poco. Ahora, salió la oportunidad del Drácula de Fernando Fernández y pareció la oportunidad perfecta para empezar una línea de cómic. Vino la pandemia y eso nos dio tiempo para negociar derechos, contratar licencias e ir preparando el camino hasta aquí y hacia el futuro.

RM: ¿Ves cARTEm como una editorial susceptible de crecer mucho o preferirías que se quedase en algo más manejable?

DD: Pues lo iremos viendo, ya he dicho antes que no queremos saturar el mercado, aunque eso no depende de nosotros, por mucho que nosotros no lo hagamos, no significa que el resto no lo vayan a hacer. Vamos a empezar poco a poco a ver cómo es la recepción y a hacer un buen trabajo, y si va gustando iremos abriendo el abanico. Hay un montón de cosas que queremos ver publicadas, pero hay que tener en cuenta que el bolsillo del comprador tiene que poder soportarlo, así que hay que tener cuidado, como nos enseña el dicho del cántaro y la fuente. Se trata de hacerlo sostenible y rentable y ver hasta dónde podemos llegar sin saturar. Por ahora nos sentimos cómodos sacando uno o como mucho dos títulos al mes, veremos cómo va el año que viene y luego ya se tomarán decisiones, tenemos muchas cosas en la recámara. Por ejemplo, de Ms. Tree tenemos 4 tomos para publicar, el primero saldrá en primavera, el segundo a finales de año y todavía quedarían dos más para el año siguiente, así que tenemos bastante material para trabajar.

RM: Hablando de ingresos, más o menos, ¿cuál es la proporción de gastos/beneficio en un cómic?

DD: Se gana poco. Al final el beneficio puede estar entre un 10% y un 15% como mucho, y sin imputarle gastos generales, porque nosotros, por ejemplo, por suerte los gastos de almacén, por ejemplo, no son imputables exclusivamente a la sección de cómics, es parte de los gastos generales. Si no, no sería rentable. Voy a dar un dato muy claro: si yo saco 1000 ejemplares de un cómic franco-belga, 5-6€ son de royalties, derechos de imagen, luego hay que sumar gastos de traducción e impresión (ahora además están aumentando los gastos de papel), así que, en un cómic unitario como Mimbreños que saldrá en primavera, que ha de venderse a menos de 20€ (si no es invendible en nuestro mercado), pues lógicamente lo que ganas es ridículo. También hay que sumarle gastos de transporte; las tiendas, lógicamente, también tienen lo suyo, tienen que sostener miles de lanzamientos de muchas editoriales (salieron más de 3000 cómics en 2021, unos 10 al día). En nuestro caso, que tengan nuestros cómics no les supone ningún gasto por adelantado, ya que les hemos dado muy buenas condiciones, pero con otras editoriales sabemos que no es así. Por eso hemos renunciado a trabajar con distribución, porque hacía que el negocio fuera insostenible. Trabajando con distribuidora ganábamos una miseria. Por ejemplo, el año pasado, con distribuidora, sacamos un libro de Tolkien a 49€ y ganábamos de cada uno poco más de 2€. Es trabajar para que otros se lleven el beneficio, cuando hay un  trabajo tremendo de meses por nuestra parte y somos los que asumimos el riesgo.

RM: Con la situación actual de los recursos, especialmente el papel, ¿crees que va a afectar considerablemente a la industria? ¿Es algo temporal?

DD: Yo creo que es algo temporal y que se irá ajustando a lo largo del primer semestre. Nosotros para los lanzamientos de este año no hemos tenido ningún problema porque ya teníamos encargado y comprado el papel. De momento nosotros no hemos tenido ningún problema. A partir de ahí, esperemos que el año que viene, cuando vayamos a imprimir no se nos complique la cosa. El primero que sacaremos en enero, La guerra de Quarry, es en rústica, así que no habrá problema porque no encontremos cartón. Después, si hubiera complicaciones con títulos que tuvieran que salir en cartoné, pues los sacamos en rústica. Pero ya te digo que no creo que haya problemas.

RM: A grandes males, grandes remedios.

DD: Efectivamente.

RM: ¿Algunos objetivos en mente para cARTEm Cómics?

DD: El objetivo es que la gente nos conozca, que se acostumbre a que saldrá una novedad nuestra al mes, y que, independientemente del género que sea, va a merecer la pena. El objetivo ahora es hacernos un nombre y que la gente hable, y si es posible, bien, de nosotros. A partir de ahí, iremos editando lo que nos guste y lo que esperemos que guste a la gente.

RM: ¿Obra soñada para publicar?

DD: Es una buena pregunta. La verdad es que, hoy en día, casi todo está editado o reeditado. En general hay muchas cosas que nos gustaría editar, pero hay algunas obras que estudiamos y que por los costes que tendrían, y la tirada que podemos prever que se vendería, pues no podría hacerse.

RM: Si ha habido un estreno en esta segunda mitad del año 2021 que ha causado expectación y revuelo, ha sido vuestra edición del Drácula de Fernando Fernández. Un volumen que aúna quizá la experiencia de cARTEm como editores de libros de arte con el mundo del cómic. ¿Hay algún motivo en especial para que esta fuera vuestra primera obra?

DD: Varios. Uno es que era una obra muy difícil de encontrar en el mercado, y que es una muy buena carta de presentación. Otro es una querencia personal, ya lo comento en la introducción del tomo, que hasta los siete años había leído cómics donde todo era bueno, se arreglaba el mundo y la gente era maja… y de repente descubro un cómic donde hay un tipo que da miedo, que es malo a rabiar, y a los siete años descubro lo que es el mal encarnado.

RM: Podríamos decir que estaba predestinado, ¿no?

DD: Exactamente, estaba predestinado.

RM: ¿Fue complicada la negociación con la familia de Fernández? ¿Y el proceso de montar la edición? ¿Veremos en el futuro otras obras de este artista español?

DD: No fue complicada en sí. Puede que no estuvieran del todo preparados, porque para el hijo de Fernando, que también es artista, fue un proceso doloroso enfrentarse a la pérdida, rebuscar entre las obras de su padre, recopilar el material, que se prolongó unos meses. Tardó un tiempo por motivos personales, y luego llegó la pandemia y hubo que seguir esperando hasta que ya pudimos reunirnos en Barcelona.

RM: ¿Veremos en el futuro otras obras de este artista español?

DD: No lo sé, a mí me encantaría. Posiblemente más adelante podamos sacar algo más de Fernández si la acogida de Drácula es buena.

RM: Personalmente, como ya hablamos de ello, a mí no me terminó de convencer que una obra con la que se había especulado tanto, alcanzando precios irrisorios en el mercado de segunda mano, se recuperase con una edición, pongámoslo entre comillas, “elitista”, en un formato de lujo, con una tirada limitada y un precio elevado. En mi mundo ideal, seguramente, alejado de la realidad del mercado, me habría gustado una edición asequible que hubiera sido más accesible para todo tipo de lectores. Ahora, mirándolo en perspectiva, creo que gran parte del éxito de este tomo han sido las características de la edición y su carácter limitado. Al fin y al cabo, el mercado del cómic bebe mucho del coleccionismo y la exclusividad siempre gusta en este sector. ¿Cuáles fueron las razones detrás de elegir este tipo de edición para Drácula?

DD: Respecto a lo que comentas de la edición limitada y numerada lo hicimos porque me pongo en la posición de la familia (con los que la relación ha sido fantástica), donde vienen unos chicos que no conozco de nada a decirme que van a editar 1500 ejemplares, ¿cómo se yo que sólo van a editar 1500 y no 3000? Por eso, desde un primer momento, decidí que estuviera limitada y numerada a 5000. Si que es verdad que luego valoramos hacer dos ediciones, una limitada y numerada y otra más extensa. Pero la pregunta era ¿qué le quitamos a la edición? Si la gente va a ir a comprarla, ¿por qué van a comprar la que no es la limitada? Desde mi experiencia, que trabajé durante 10 años en una multinacional de música, cuando sacábamos un nuevo disco de un artista importante en dos ediciones, una especial de CD +DVD y otra sólo con el CD, la edición especial se agotaba y la normal no funcionaba, siendo un problema tanto para el cliente, que se quedaba sin la edición que quería, como para el vendedor, que vendía menos de lo que podría hacer. Para evitar que pasase algo similar, decidimos que la tirada entera fuera en esta edición.

RM: Has mencionado una cosa que a mí siempre me ha dado curiosidad, vuestra edición es limitada a 5000 ejemplares, pero realmente, ¿sólo se imprimen 5000 ejemplares o se imprime alguno más por si hubiera algún problema o tara?

DD: En este caso se imprimieron únicamente 80 más, no queríamos que hubiera por ahí ejemplares sin controlar. Si alguna salía defectuosa, teníamos 80 para paliarlo.

RM: ¿Hay algún tipo de elemento legal que compruebe que la tirada es de x ejemplares?

DD: En realidad no, nosotros hemos impreso las guardas con numeración correlativa. No viene un notario a comprobarlo, pero no tendría sentido hacer más, porque con la numeración, simplemente por internet, uno podría subir a whakoom: “mi número es este”, y que otro dijera “oye, pues coincide con mi número”, y no tendría sentido.

Imagen obtenida de la cuenta del usuario de twitter @IgorInigo

RM: ¿No os daba un poco de vértigo que la última edición de la obra, por parte de Glénat, se hubiera saldado? ¿O por el contrario creíais que el mercado había cambiado y madurado lo suficiente para no dejar pasar desapercibida esta obra?

DD: Es cierto que la edición de Glénat se acabó saldando, pero no porque la obra fuera mala o porque no se vendiera bien, sino por los problemas que tuvo Glénat con lo que les pasó con el manga, que se vino abajo la editorial. Sinceramente no nos dio miedo, porque, aunque se saldase, apenas se veían ejemplares de segunda mano, y los que había eran a precios astronómicos. Además, nuestra edición es muy distinta, prácticamente el doble de tamaño, las imágenes están tomadas directamente del original, a nivel de colores y papel no tiene nada que ver… también tiene material extra que le da valor añadido; buscando los originales, se encontraron unos bocetos que hizo Fernández cuando estaba con la obra y que nadie sabía ni siquiera que existían y que por supuesto, hemos incluido. Hay gente que tiene la edición de Glénat y aún así ha comprado la nuestra (no todos evidentemente), pero es que al final, el tomo que hemos hecho nosotros es algo distinto.

RM: Entre una gran mayoría de alabanzas a vuestra edición, que yo he tenido en mano y me ha impactado, ya sólo por el tamaño, también han sonado con fuerza algunas críticas hacia algunos aspectos de este volumen, que he recopilado y entre las que se podrían destacar la elección de un lomo plano en vez de curvo, las decisiones de diseño gráfico con la escala de colores elegida para la portada y el degradado de las letras del título, la encuadernación que es rígida y dificulta levemente el acceso a la información central en las páginas y el tamaño de la rotulación. Evidentemente, era vuestra primera incursión en el mundo de la edición del cómic, y siempre hay margen de error. Por ejemplo, el tema de la rotulación yo, sin tener ni idea y viéndolo desde fuera, lo veo como un problema que no sabría resolver sin fallos, puesto que los lienzos de Fernández ya venían con los bocadillos pintados y creo que el tamaño en proporción con el área y el espacio ocupado por los textos dentro de los mismos en la edición original de Toutain, pero me gustaría que nos aclarases qué partes han sido decisiones de compromiso por vuestra parte y qué otras, quizás, hayan podido ser debidas a factores externos.

DD: Sobre la discusión lomo curvo o lomo recto, a mí me gusta más el lomo curvo, pero este cómic, que tiene 104 páginas, no merecía la pena, porque los lomos curvos son útiles a partir de las 200 páginas y siempre y cuando se le haga al libro un buen cajo entre el lomo y las tapas para que se pueda abrir bien. Muchas veces los lomos curvos son ficción, y esto se puede ver en algunas ediciones españolas de gran paginación, que en teoría son curvos, pero en la realidad el lomo se ve plano. Nosotros preferimos hacerlo plano. Respecto a lo de que se abra mejor o peor, no es cuestión de la apertura, sino del gramaje del papel. Este papel es muy grueso, y el papel fino cae mejor. Un papel de más gramaje, al ser prensado, genera más tensión, y por eso se da este efecto, pero en este caso no hace que no se pueda abrir bien o leer adecuadamente. Sobre la rotulación ya hemos hablado largo y tendido, teníamos que optar no entre lo malo y lo bueno, sino simplemente tomar una decisión e intentar que fuero lo mejor posible. En el material de partida, Fernando ya había pintado los globos y el fondo. No es como ahora que muchas veces vienen en una capa aparte, que nos permitiera hacer el bocadillo mayor o menor según lo que nos interesase. Nosotros no podíamos reducirlo, porque no hay nada pintado debajo. Nosotros al final decidimos hacerlo proporcional al tamaño del conjunto. En cuanto a la portada, estamos hablando de que ha habido 3 portadas diferentes. La mítica y original de Creepy/Toutain, que me han preguntado que por qué no hemos incluido, y ha sido simplemente porque no teníamos el material y nadie sabe dónde está, si se perdió en las oficinas de Toutain, la tiene un coleccionista o cualquier otra situación, que, por cierto, aprovecho para hacer un llamamiento, si alguien la tiene localizada, que nos contacte. Podríamos haber repetido la de Glénat, pero al final hicimos varias pruebas, tanto en horizontal como en vertical, y la imagen de Drácula lanzando el mordisco nos parecía ideal, pero la imagen continuaba y no queríamos dejarla cortada. Respecto al color, tenía mucha fuerza, pero queríamos hacer algo que nos alejase de lo que ya se había hecho, hacer algo nuevo y optamos por estos tonos en blanco y negro con el título en rojo que creemos que destacaría en las estanterías de la librería llenas de colorines. Hemos puesto muchísimo tiempo y trabajo en esta edición, de otra forma no habríamos escaneado y tratado los originales y el color, adecuando tamaños, revisar mil veces, corregir montones de erratas…

RM: Precisamente quería felicitarte por la tipografía, personalmente me ha encantado.

DD: Con la tipografía queríamos que no desentonara con la original pero que al mismo tiempo fuera distinta. Hice varias pruebas, e incluso estuve pidiendo opiniones por Facebook, pero no nos poníamos de acuerdo. Al final, un rotulista que trabaja a veces con Dolmen nos dijo desinteresadamente que probásemos con una tipografía concreta y al final fue la ideal. Pero ya te digo que el proceso de edición ha sido totalmente transparente en cuanto a decisiones, posteando y preguntando en Facebook, sin hacer nada a lo loco… hemos ido buscando el consenso del público en la mayoría de las ocasiones.

RM: En mi entorno me ha sorprendido mucho la acogida bestial que ha tenido la obra, teniendo en cuenta el elevado precio, ya que, por ejemplo, en la tienda de cómics que compro yo han vendido más que la gran mayoría de títulos de Marvel y DC de ese mes, y me impactó el número de ejemplares que pidió mi librero. Desde tu atalaya de editor, con muchos más datos y conocimientos, ¿qué tal dirías que está funcionando la obra?

DD: Va a lo loco. En un principio, no te digo que estuviésemos preocupados, pero los meses previos, parecía que no empezaban a arrancar pedidos. En septiembre comenzaron a coger algo más de ritmo, y en octubre aceleró todavía más, y de repente, los libreros querían aumentar en 10 o 20 ejemplares los pedidos iniciales. El primer día muchas tiendas se quedaron sin él. Llevamos reponiendo tres semanas desde que salió y ya hemos colocado la mitad de la tirada en tiendas y vamos reservando un poco para llegar a Navidades vivos. Y trabajamos exclusivamente con librerías especializadas, por ahora no estamos en Fnac, Casa del Libro ni El Corte Inglés… y tampoco trabajamos con distribuidoras, si trabajáramos con distribuidoras ya no quedaría ningún ejemplar en nuestro almacén, pero preferimos controlar nosotros el producto. Drácula se va a vender, no hay duda. Pero cuando saquemos otros títulos, como por ejemplo Mimbreños o El Exiliado, necesitaremos que el librero nos apoye y apueste por nosotros, y por eso queremos que ellos ganen dinero con un superventas como Drácula, para que luego nos defiendan y arriesguen con títulos menos conocidos.

RM: Si vendéis la tirada entera rápidamente, ¿os animaríais a sacar una edición más comedida? Con un papel normal, tamaño álbum europeo, sin ser limitada…

DD: Si te contesto sinceramente, ni siquiera nos lo hemos planteado por ahora. Nuestra prioridad es lo que hemos trabajado y en lo que hemos invertido ahora, con los nuevos títulos. De aquí a Navidades, estoy seguro de que el que quiera se lo va a poder comprar. Por ahora queremos vender esta edición y ya después se verá si planteamos nuevas ediciones. Pero yo creo que hay que dejar las cosas respirar, se han tardado 15 años en reeditar Drácula y ahora no se puede pretender correr y sacar varias ediciones, ya habría que renegociar derechos y otras cosas. Pero hoy por hoy, no nos hemos planteado a corto plazo sacar otra edición.

RM: Ahora toca una pregunta que ya hice al anterior entrevistado, José Luis Córdoba, y de la cual me gustaría saber tu respuesta; en mi humilde opinión, el cómic español es una asignatura pendiente en el mundo editorial español, con una ínfima parte de una producción enorme publicada, y siempre por editoriales, que, como la tuya, deciden arriesgar para rescatar obras injustamente olvidadas… ¿A qué crees que se debe que nuestro tebeo quede por detrás, no sólo del cómic americano o el manga, sino también de la BD o el cómic europeo genérico, que podría ser más similar? ¿Ves un futuro esperanzador en este aspecto, donde no sólo los cómics más conocidos, como pueda ser la obra de Bernet, vean la luz de una forma no circunstancial?

DD: ¿Qué es el cómic español? Es algo muy diverso. Mira, antes, cuando hemos hablado de elegir cinco obras, hemos escogido cosas muy, muy variadas. Hoy por hoy creo que el cómic español no es una industria, sino obras aisladas que no tienen nada que ver entre sí. Ahora hay muchas editoriales que publican cómics de autores españoles, pero no hay un cómic español per se. Cuando se ha intentado trabajar de cara a hacer una línea homogénea, por ejemplo, tratar de hacer manga español, o BD o cómic de superhéroes, al final, el lector siempre prefiere irse a la fuente original. Yo creo que el cómic español es un conjunto de individualidades geniales, un poco como en el deporte. Hoy en día no hay autores que tengan una obra con series de continuidad más allá de Ibáñez, tenemos autores espectaculares como Jaime Martín, Paco Sordo, Albert Monteys, Paco Roca, Juanjo Guarnido y muchos otros, que nos van regalando obras tremendas. Pero aún así yo creo que ahora mismo no hay una industria como tal. ¿Se puede volver a hacer industria? Lo veo complicado. Ojo, que se edita mucho y muy bien, pero no hacemos tanto. Aquí parece que no podría darse un Nathan Never o un Dylan Dog, que saliera cada mes en el quiosco y que fueran a comprarlo 50000 personas.

RM: Para terminar, ¿tienes alguna anécdota del mundo editorial, ya sea de cómics o no que te gustaría compartir?

DD: Pues a veces, pidiendo algún título, nos ha pasado lo siguiente: pedimos una obra que la va a publicar Ponent Mon, llamada Wyoming Doll de Franz, que es, yo creo una de las dos únicas obras del autor que quedan sin editar en España. Nos interesaba publicarlo y contactamos con la editorial, ésta, a su vez, nos dijo que contactarían con Ponent Mon que es la editorial que está publicando lo de Franz actualmente en España (las editoriales suelen hacerlo cuando una tercera editorial se interesa por algo que ya está siendo publicado por otra), y resultó que lo iban a publicar. Aunque llevaba 30 años y no se había publicado, así que, de alguna manera, levantamos la liebre. A mí me pareció fabuloso, porque yo al final, lo que quería es que se editase. Y ya nos ha pasado en un par de casos más con otras obras y editoriales, así que, de alguna manera, hemos contribuido. Que al final, yo también soy lector, y, aunque me gustaría haberlo publicado yo, que se publique también me hace feliz.

RM: Pues hasta aquí la entrevista, muchísimas gracias por tu tiempo Daniel, espero que hayas estado a gusto

DD: Un placer. Y muy agradecidos por la oportunidad de hablar de nuestros cómics.

19 respuestas a “ENTREVISTA Daniel Díez, editor de cARTEm Cómics

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  1. Muy buena entrevista, tanto por parte del entrevistador que no se ha ceñido a las típicas preguntas, como del entrevistado, que ha respondido a todo, incluso a las económicas, que es con las que más balones fuera se suelen tirar. ¡Enhorabuena!

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  2. Apasionante diálogo más que entrevista. Enhorabuena por hacerlo fluido y coloquial, que siempre es más ameno para el lector.

    No conozco apenas cARTEm, pero me plantearé la compra de alguno de sus próximos lanzamientos.

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    1. Precisamente estamos considerando editarlo. Pero tiene muchos problemas. Es caro imprimirlo (tiene páginas a color Intercaladas ente el blanco y negro), está escrito en un inglés muy culto y no es un cómic que conecte fácilmente con el lector español. Pero seguimos evaluándolo y hemos pedido los derechos.

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  3. Qué bueno poder leer entrevistas como esta que quedan por encima de las típicas de piropos para arriba, piropos para abajo. Siempre es de agradecer que se saque jugo a las entrevistas. ¡Felicidades a ambos!

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