RESEÑA Bajo el Aire, de Osamu Tezuka

«A veces, uno encuentra demonios con una cierta belleza intrínseca.»

Bajo el Aire (Kuki no Soko) es un conjunto de historias cortas de Osamu Tezuka, publicadas originalmente por la editorial Asahi Sonorama entre 1971 y 1972 en dos volúmenes recopilatorios y que posteriormente fueron unidas en un único volumen.

Los últimos momentos de un oficial nazi antes de ser fusilado, un importante y adinerado empresario que se hace pasar por un mendigo, un vaquero obsesionado con vengarse del pistolero que asesinó a su padre, la locura tomando el control de un presidiario a la fuga… son sólo algunos de los argumentos que crea Osamu Tezuka para arrojar al lector un montón de amargas reflexiones sobre el valor de la condición humana y su naturaleza.

La obra de Osamu Tezuka se puede dividir principalmente en dos tramos; en la primera se localiza el comienzo de su carrera, profundamente inspirado por las películas y cuentos Disney, que darían lugar a multitud de mangas con un caracter más amable y enfocado a un público más infantil. En esta etapa, destacan obras como Astroboy, La Princesa Caballero o Kimba, el león blanco entre muchas otras (no hay que olvidar la enorme producción del autor, con alrededor de 700 mangas).

Tras esta primera mitad de su carrera, llegó el gekiga y con éste el nacimiento del manga más adulto. Esto tuvo una gran repercusión en el mercado del manga en general, y especialmente en Osamu Tezuka, que por diversos motivos, acabaría transformando totalmente su registro, comenzando su segunda etapa, comúnmente conocida como «el Tezuka oscuro», debido al increíble giro que tomaron sus mangas y argumentos, ahora enfocados totalmente a un público adulto, y con un cariz, en la mayoría de ocasiones, terriblemente pesimista en cuanto al género humano.

Dentro de esta segunda etapa tan oscura es donde se sitúa este recopilatorio de Bajo el Aire. Un compendio de 16 historias autoconclusivas que nos presentan argumentos y ambientaciones totalmente distintas, pero que comparten el tono adulto, la crudeza de muchos de los sucesos que ocurren y esa característica que comentaba hace nada; el pesimismo a la hora de centrarse en las personas. Se pone de manifiesto continuamente todo lo malo que puede hacer el hombre, arrastrado siempre por una naturaleza egoísta y una falta de moralidad alarmante. Incluso en aquellas historias en apariencia más suaves, que tienen algún mensaje esperanzador o un final relativamente feliz, siempre quedará un regusto amargo, dejando patente que somos capaces de cualquier cosa, pero especialemente de lo peor, y cuando no, serán las circunstancias las que acaben con cualquier atisbo de esperanza.

Pero Tezuka, pese a hacer gala de una fuerza demoledora a la hora de mostrar su escasa fe por el género humano, y conseguir que las historias nos atrapen y nos golpeen justo donde él quiere, logra algo impresionante; no dejar al lector descompuesto tras la lectura de cada capítulo, sino que le deja continuar, con una reflexión importante pero sin dejar una traza en su mente que produzca un desasosiego continuo tras terminar de leer. Esa capacidad de jugar con las emociones del lector en el transcurso de sus tramas, afectándole no solo a un nivel mental sino también emocional, para dejarle libre al finalizar la lectura, es algo que sólo los grandes maestros pueden hacer, empleando las justas dosis de cada elemento para producir algo que no consuma al lector.

Por supuesto, todo el que llegue a Bajo el Aire, ha de estar preparado para escenas crueles, donde los personajes pasan por momentos de gran dureza, se superan los límites de la moralidad o simplemente se cometen actos deleznables. Esta obra no es apta para lectores inflexibles, ya que Osamu Tezuka juega con multitud de elementos ajenos al concepto del «bien» para componer una amalgama de contrapuntos morales en los que generalmente la crueldad o el despiadado rumbo de los acontecimientos acaban con cualquier atisbo de esperanza. Pero es gracias a esta riqueza de elementos que surgen narraciones que activan tanto la conciencia del lector, implicándole en la lectura sin necesidad de recabar en lo desagradable.

La lectura de Bajo el Aire ha sido para mí sumamente placentera. He de reconocer, que pese a tener ganas de leer este recopilatorio (Osamu Tezuka siempre será muy sugerente para mí), iba sin demasiadas expectativas, al ser consciente que un conjunto de historias cortas no ofrecen un espacio excesivo para demasiados alardes. Pero poco a poco, Tezuka me demostró por qué es llamado «el dios del manga», arrastrándome a sus historias y sumergiéndome en ellas, y mi hipótesis de que, como en cualquier recopilatorio de historias, habría algunas buenas y otras malas, se perdió rápidamente al darme cuenta de que cada uno de los capítulos recogidos en Bajo el Aire era, como mínimo, notable.

La oportunidad de ver tantas historias distintas, en contextos tan distantes y con argumentos tan diferentes, ejecutadas con esa aperente sencillez que hace que se lean con avidez, ha sido una delicia. Muchas de ellas tienen toques o una profundamente ambientación de ciencia ficción, pero también hay espacio para un western, misterio, una especie de terror psicológico, futuros distópicos, romances truncados, revueltas universitarias y muchas más cosas… ¡incluido ver al propio Tezuka como protagonista de dos historias!

Y con este crisol de relatos de tanta calidad, se compone Bajo el Aire, una obra que me ha sorprendido tremendamente, no sólo por esconder tras su evocadora y amable portada toda la mezquindad y oscuridad que pueden albergar las personas, sino por convertirse en un manga que diría que me ha encantado siendo sólo un compendio de historias cortas, y que me ha ofrecido mucho más contenido y desarrollo que muchas otras lecturas más extensas, porque hay que señalar, que con pocas páginas, Tezuka es capaz de construir personajes y personalidades, así como contextos, de forma clara y contundente.

Tanto me ha gustado, que de hecho me parece que Bajo el Aire es una obra perfecta para introducirse en el Tezuka oscuro, sin necesidad de recurrir a series más largas como las míticas Adolf o Ayako. Con un sólo tomo, el lector no iniciado en el dios del manga tiene material de sobra para enfrascarse en una lectura envolvente, y al mismo tiempo conocer las herramientas y habilidades de Tezuka. Definitivamente, Bajo el Aire es una obra que me aventuro a recomendar a cualquier lector de cómics sin temor a que le vaya a decepcionar, gracias a la variedad y la calidad de sus historias, ya que seguro que habrá al menos varias (por no decir todas) que conquistarán al lector.

Apartado Gráfico

Hablar de la capacidad artística de Osamu Tezuka, y en especial de la grandeza de su narración gráfica, es redundar en algo ya repetido hasta la extenuación, pero no queda más remedio, puesto que son virtudes más que evidentes. En Bajo el Aire además, tenemos la fortuna de poder ver al maestro dibujar en un corto espacio dentro de una gran variedad de registros y contextos; el salvaje oeste, el espacio exterior, Japón, Europa, Vietnam, los barrios marginales de Nueva York, ciudades, islas… y sorprende la capacidad que tiene para que su estilo se mimetice con los requerimientos de cada historia, sin necesidad de ningún tipo de variación. Y aún así, podremos ver en ciertos capítulos una leve diferencia en cuanto a su acabado habitual.

La expresividad de sus personajes, el dinamismo y la fuerza con la que se mueven, así como la fluidez con la que transcurre la trama a través de sus viñetas, hacen que leer estas historias sea súmamente cómodo, creando una necesidad por continuar la historia debido a la facilidad con la que esta transcurre. Puede chocar su estilo más «infantilizado» con la crudeza de sus argumentos, pero ese choque que se produce entre lo inocente de su dibujo y lo turbio de sus historias, es algo que a mí me parece delicioso.

Ediciones

Para leer Bajo el Aire, hay que acudir al tomo de Dolmen Editorial, única edición hasta el momento de este material.

Esta edición recoge todas las historias en un tomo, con una encuadernación en rústica con sobrecubiertas y un tamaño B6. Se incluyen unas pocas páginas a color al inicio del tomo y un índice con las distintas historias recopiladas, que están convenientemente separadas por un par de páginas con el título de la siguiente obra y el nombre de la traductora de cada una (cabe señalar que participan 6 traductoras distintas). El precio de la primera edición del tomo (de 2008) era de 8,95€ y la reedición del mismo (2018) tenía un precio de 9,95€. El volumen tiene 320 páginas.

Yo estoy encantado con esta edición de Dolmen Editorial, es cierto que he detectado algún error, como el contenido de un bocadillo repetido en el siguiente en dos ocasiones, y en otro bocadillo se dejaron la designación del mismo para el maquetador. También se echa en falta que alguna onomatopeya se traduzca (depende de la traductora en cuestión, unas las traducen y otras no), pero siempre son onomatopeyas muy claras y que por el contexto se entienden de sobra. Pero dejando de lado esos detalles, que considero menores, diría que el enfoque de esta edición es el que deberían de seguir todas las editoriales de manga; una edición bonita, sencilla, que es comodísima para leer y tremendamente robusta; se puede abrir y manejar el tomo como se quiera, que éste no va a rechistar. Además he de decir que personalmente, ha sido la primera vez que he podido disfrutar del arte interior de Osamu Tezuka a color, lo cual me ha encantado, y la inclusión de una de las portadas originales japonesas es un detalle genial. Hablando del precio, 9,95€ por 320 páginas, que es lo que vale la edición actualmente disponible, me parece ideal, partiendo de que el tomo de 200 páginas en otras editoriales ronda los 8-9€, por 10€ tener un 50% de páginas más es una pasada, y además en una edición muy correcta. Creo que no se puede pedir más, un gran acierto por parte de Dolmen Editorial.

Este tomo de Bajo el Aire sigue disponible para su compra, incluso en la propia editorial. Es cierto que Planeta Cómic está publicando multitud de mangas de Tezuka en su colección Biblioteca Tezuka (cartoné y tamaño superior al kanzenban) pero los precios son bastante elevados y si llegan a publicar este título (que pese a que llevan intención de publicar absolutamente toda la obra de Tezuka, nunca se sabe lo que pasará), desde luego que será mucho más caro y en un formato que personalmente a mí no me gusta demasiado (prefiero formatos pequeños). Si estás interesado en Bajo el Aire, yo no perdería la oportunidad y compraría el tomo de Dolmen antes de que sea demasiado tarde.

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Si te has quedado con ganas de leer más sobre otras obras de Osamu Tezuka, te recomiendo que les eches un vistazo a las reseñas de otras obras suyas, como Ayako y Oda a Kirihito.

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