RESEÑA Jonny Double, de Brian Azzarello y Eduardo Risso

«Lo digo en serio. Los tíos de nuestra edad estamos de mierda hasta el cuello. Los chavales de hoy en día no son mejores que piratas sedientos de sangre.

Ya verás. Cualquier noche, un grupo de ellos te arrastrarán fuera de tu cama y te comerán vivo. Después revisarán todas tus cosas, cogerán lo que quieran y quemarán el resto. Será como si nunca hubieras existido.»

Jonny Double es una miniserie de cuatro números (Jonny Double #1-4), publicada por el sello Vertigo de DC Comics entre septiembre y diciembre de 1998. Sus creadores son Brian Azzarello (guionista) y Eduardo Risso (dibujante).

Jonny Double es un antiguo policía, ahora detective privado que sobrevive día a día, obteniendo, de vez en cuando, lo justo para vivir en un cuchitril en el que tiene problemas para pagar el alquiler, y no digamos ya para saldar su eterna cuenta en el bar en el que es parroquiano. Un día, un tal Sr. Hart, le ofrece un trabajo fácil; mucho dinero por vigilar a su hija Faith y averiguar en qué anda metida y si es peligroso.

Si ya va a ser precisamente peligroso para Jonny Double la posibilidad de caer rendido ante los encantos de Faith, no sabe lo que le espera cuando se entere de la cosa en la que andan metida ella y su grupo de amigos: han encontrado la cuenta bancaria de la que Al Capone sacaba dinero durante su estancia en Alcatraz, una cuenta olvidada, con mucho dinero y sin nadie para reclamarla. Para ejecutar el plan, quieren que Jonny se haga pasar por el hijo de Al Capone y retire todo el dinero. Parece un trabajo sencillo, pero puede que la cuenta no fuera el banco fácil que esperaban…

Un detective fracasado, un repentino trabajo suculento, una mujer seductora, la situación que se descontrola… si parece noir y tiene los ingredientes del noir, pues tendrá que ser noir… pero noir al estilo de Azzarello y Risso, más modernizado, sin idealizar, sucio, violento, casi vulgar… potente. Cualquiera que haya leído 100 Balas, sabe de lo que es capaz esta pareja creativa, y Jonny Double (su primera colaboración), confirma todas sus virtudes en una historia breve, directa y redonda.

Quizá a los lectores de cómic más cafeteros, con habilidades casi de enciclopedistas, les suene el nombre de Jonny Double. No en vano, el personaje ya existía, y había tenido algunas apariciones en distintas series de DC Comics en los 60 y los 70, como por ejemplo, durante la bizarra etapa de Dennis O’Neil a los mandos de una Wonder Woman transformada en agente secreto.

Jonny Double era otro de esos olvidados del fondo editorial de DC Comics que se desempolvaban para Vertigo, de hecho, el propio Azzarello volvería a hacer un ejercicio de «rescate» parecido con la miniserie El Diablo. El entrecomillado no es involuntario, ya que en ambas series, pese a utilizarse esos personajes, daría lo mismo que se emplearan otros totalmente nuevos, y de hecho, se podría decir que lo son. No tienen nada que ver con su versión original, y como mucho, podrían interpretarse como la evolución de los mismos fruto del cambio radical de tono que habían sufrido los cómics durante todas las décadas que separan sus primeras apariciones y su versión Vertigo. Lo que antes era infantil, ahora es plenamente adulto. Por ello, no tiene mucha importancia todo este párrafo, sólo sirve para contextualizar los orígenes del personaje, ya que para nada es necesario leer ninguna de sus apariciones anteriores, Jonny Double es un trabajo totalmente independiente y separado de cualquier otra serie.

Uno de los principales puntales sobre los que se cimientan las sensaciones de noir sucio, descarnado y molón que caracterizan la obra, es la contraposición de dos generaciones; la vieja y la nueva escuela, un Jonny Double, que junto con sus amigos del bar en el que matan el tiempo, representan lo clásico, el tipo duro de manual, curtido en mil azares, con un código moral, sentido de la lealtad y la camaradería y con el coraje suficiente para plantarle cara a cualquier situación, por muy difícil que se ponga. En el lado opuesto están Faith y su cuadrilla, jóvenes, lo nuevo, sedientos de sensaciones, de colmar sus deseos, aunque por la vía rápida, ansiosos, voraces, pero muchas veces sobrepasados por unas circunstancias que les hacen pequeños e impotentes.

Pero más allá de conflictos generacionales, Jonny Double nos regala una trama adulta, con cierto grado de complejidad, evitando ser un divertimento leve, sino que muestra un solidez narrativa y estilística elevada. Jonny Double es una lectura afilada, que absorbe al lector y lo arrastra por las peores calles de San Francisco mientras que el alcohol, la violencia y los instintos más primarios como la supervivencia o la lujuria se convierten en parte de un paisaje urbano sucio y desolador, en medio de una atmósfera cruda y deprimente, pero no sin algún breve destello de ese humor mordaz, del de reirse en medio del sufrimiento, con la boca llena de sangre.

Desde luego, esta miniserie está totalmente recomendada, a todos los lectores de 100 Balas que se hayan quedado con ganas de un poco más, a aquellos que no sepan si adentrarse o no en dicha serie, o simplemente a cualquiera que busque una lectura breve pero de gran calidad.

Apartado Gráfico

El nombre de Eduardo Risso ha acabado inevitablemente ligado a series de cómic o etapas en las que abundan gángsteres, detectives, o simplemente personas con serios problemas y sin miedo a la violencia. Hablaba antes de género noir sucio y menos elegante, y esto es, en gran parte, gracias a Risso. Curiosamente, su estilo no es sucio, sino precisamente elegante, con unos dibujos siempre muy bien definidos y empleando la mancha de negro para aportar atmósfera y volumen. Pero sus enfoques, composiciones y sus trazos más grotescos y viscerales, crean precisamente esa atmósfera cruda y visceral, indispensable para ciertas historias, como 100 Balas, o este Jonny Double.

El color corre a cargo de Grant Goleash, que opta por tonos apagados, prácticamente planos, pero con cierta calidez, como un atardecer. Una paleta que le va como anillo al dedo al dibujo y al tono de la historia.

Las portadas son de Mark Chiarello, con composiciones sencillas, un estilo de sombreado similar al de Risso, pocos colores y muy poco llamativos, pero que dan como resultado unas portadas muy adecuadas y elegantes.

Ediciones

En Estados Unidos, Jonny Double salió originalmente como cuatro grapas y posteriormente se reeditó en un tomo en formato TPB.

En España, Jonny Double ha contado con varias ediciones; la primera, de Norma Editorial en su Colección Vertigo #221, con la edición en rústica acostumbrada en dicha colección. Precisamente en rústica fue la siguiente edición de la obra, a cargo de Planeta Cómic (por aquel entonces Planeta DeAgostini). Por último, la edición actualmente disponible de la obra, es la de ECC, dentro de su, creo ya abandonada, línea Grandes Autores de Vertigo, en su tomo Grandes Autores de Vertigo Brian Azzarello y Eduardo Risso: Jonny Double. Esta edición es en cartoné, con 104 páginas y un precio de 13,50€. Un precio, en mi opinión, ligeramente elevado teniendo en cuenta el número de páginas, pero que creo que merece la pena pagar por esta historia, aunque cualquiera de las ediciones anteriores también es igualmente válida; Jonny Double es una obra que no defraudará a los amantes del género.

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