RESEÑA Heavy Liquid, de Paul Pope

«Todas las despedidas deberían ser repentinas.»

Heavy Liquid es una serie de 5 números (Heavy Liquid #1-5) creada, guionizada e ilustrada por Paul Pope y publicada por el sello Vertigo de DC Comics entre octubre de 1999 y febrero de 2000. Actualmente, sus derechos están en Image Comics.

Año 2070. Nueva York. Stooge. S.

Stooge (o simplemente S) es un adicto a una sustancia que la mayoría de las personas ni siquiera conoce, el «heavy liquid» o «líquido pesado». Una especie de metal corrosivo, que «cocinado» produce una leche negra que, introducida al cuerpo del consumidor (Stooge prefiere por el canal auditivo) interactúa con el usuario cambiando su percepción. Pero la cantidad de líquido presente disponible es extremadamente limitada, aunque Stooge se las ha apañado para robar junto con su amigo Luis un gran alijo que trata de vender.

El comprador, el Coleccionista, pretende alear la misteriosa sustancia con otros metales para forjar una escultura, una obra de arte a la que sólo él tendrá acceso. Para ello, S debe viajar a París y encontrar a una escultora, probablemente la mayor artista viva. Pero la vida de Stooge corre peligro, puesto que los tipos a los que les robó el heavy liquid le pisan los talones continuamente, al igual que un siniestro individuo en traje…

Heavy Liquid es una miniserie bastante conocida dentro de la producción de Vertigo, que viene amparada bajo el nombre de un autor novedoso y con nominación a los Eisner, por eso, no me esperaba una obra tan suave. Que no se me malinterprete, si se pretende pasar un rato entretenido, y disfrutar de un estilo de dibujo sugerente y llamativo, esta serie es una opción muy buena, pero yo esperaba una joya, algo que dejara poso, que me hiciera sumergirme en la historia y no querer salir. Lo que he encontrado ha sido un futuro que realmente no lo parece salvo ocasiones concretas, la mayoría de las veces reflejado porque algún personaje dice cosas como que se puede volar desde Estados Unidos a Europa en un tiempo ridículo. Para estar ambientada 70 años después de haber sido escrita, Heavy Liquid muestra edificios, ropas y vehículos del año 2000, apenas hay nada que te haga situarte en un futuro, ni siquiera próximo, y es una oportunidad desaprovechada totalmente. Aquellos que gusten de referencias, encontrarán bastantes dedicadas al mundo del arte y la música, incluyendo el título de la obra y el nombre del protagonista (a Paul Pope le debe de gustar Iggy Pop).

La historia es bastante simple, de vez en cuando algo del pasado emerge para completar algún hueco de la trama, pero aún así todo transcurre de manera bastante lineal y sin sorpresas. Los personajes no están bien desarrollados, son meras fichas para jugar la partida de ajedrez que inventa Pope, pero no se logra empatizar, ni siquiera con el protagonista, el único personaje que me ha caído bien, es un secundario sin apenas peso. El ritmo de la obra sí que está bien llevado, ya que, sin ser algo que atrapa e impacta, por lo menos mantiene el interés, pero llegados al final, cierra toda la línea argumental de una forma totalmente insatisfactoria desde mi punto de vista, casi parece hasta una broma.

Puede parecer al leer estas líneas que Heavy Liquid no me ha gustado, pero no es así, me ha gustado y he llegado a disfrutar el nudo de la trama, pero el final me ha desencantado y sobre todo no me ha aportado la calidad que yo esperaba. Por ello mi valoración global de la obra no es demasiado positiva dentro de la producción del sello Vertigo, ya que hay multitud de obras dentro del sello que he disfrutado mucho más que Heavy Liquid, que al final me ha resultado un entretenimiento, una obra para echar un rato, pero que ni siquiera tengo ganas de releer en un futuro próximo, aunque quizá deba de hacerlo, puesto que esta ha sido una de esas ocasiones en las que las expectativas te juegan una mala pasada, y por lo tanto una relectura sabiendo lo que encontraré seguramente mejore mi percepción de la obra.

Como conclusión recomendaría esta obra exclusivamente a aquellos amantes de Paul Pope. A los lectores que busquen una gran obra de Vertigo, les aconsejo que recurran a otras antes si lo que valoran es el guión. Por supuesto, si sólo se quiere un cómic para echar el rato, también es muy válido ya que el que se acerque a Heavy Liquid no se aburrirá en ningún momento.

Apartado Gráfico

El apartado gráfico es, sin duda, la parte que más brilla de Heavy Liquid. Paul Pope tiene un estilo distinto, original y fresco, que le da un aura especial a la obra y la diferencia de cualquier otra. Su trazo tiene mucha vida y la combinación de la tinta negra con la paleta de colores pastel, donde como mucho vemos tres colores distintos por viñetas (y por lo menos dos muy cercanos cromáticamente) crean un resultado muy innovador y llamativo.

Como contra, cabría destacar la claridad de su narración gráfica, que tiene bastante por mejorar y el dinamismo de alguna figura.

Ediciones

Heavy Liquid cuenta con dos ediciones en España; la primera en rústica, de Norma Editorial, en su Colección Vertigo #257, y la segunda, ya en cartoné, de Planeta, en su Colección Vertigo Voices #3.

En Estados Unidos, aparte de las grapas y el recopilatorio en TPB que sacó Vertigo originalmente, la obra no había tenido ninguna reedición reciente, hasta que Image Comics, que tiene los derechos de la obra de Paul Pope actualmente, sacó una edición en TPB conmemorativa del 20 aniversario de Heavy Liquid, la que se suponía que sería la edición definitiva.

Personalmente, yo tengo esta última edición, aunque no diría que es una edición definitiva. Es cierto que seguramente sea la mejor que se puede comprar actualmente; tiene los colores remasterizados por Pope, y el arte restaurado, para ser lo más fiel posible a su visión original. El propio autor ha sido quien ha diseñado y editado el tomo, y se ve que ha puesto mimo en ello, con una biografía del mismo, incluyendo muchos bocetos y páginas de proceso, las portadas «vírgenes» sin los logos ni añadidos que tuvieron en la edición en grapa así como ilustraciones a página completa de algunos personajes. Pero… hay fallos; y el más gordo es que falta una página: la primera del segundo número. No es una página esencial, y que la edición haya corrido a cargo de Pope me hace sospechar que quizá ha sido él mismo quien ha decidido eliminarla, pero aunque fuera así, no creo que debiera hacerse. O quizá simplemente ha sido un error, que no sé cómo ha podido suceder. Y el otro error que le veo es que en las grapas originales, antes de la historia en sí, venían unas páginas a veces con el resumen de lo acontecido anteriormente, pero también dibujos y elementos de los personajes, explicando ciertas cosas, haciendo esquemas, que evidentemente, no son necesarios en absoluto, pero tienen mucho arte y diseño gráfico por parte de Pope que se ha perdido la ocasión idónea para incluir.

Por lo demás, es una edición muy bonita, cuidada y con gran material como he dicho, el tomo es manejable, y no he tenido ningún problema con el encolado, aunque he visto comentarios de otros lectores que sí que los han tenido y se les han despegado las tapas, por lo que no me atrevería a recomendarle a nadie esta edición pese a que a mí me ha gustado bastante en general.