RESEÑA Grimjack de John Ostrander y Timothy Truman

«¡Asegúrate siempre… de que están muertos!»

John Gaunt, más conocido como Grimjack, no es otra cara bonita. Grimjack es un hombre muy particular; mercenario, asesino a sueldo, ¿antihéroe?, cazarrecompensas… Temido y respetado por todo Cynosure, podría ser un perfecto villano si no tuviera un férreo código de honor, unos principios e ideales poderosos y un afán enfermizo con la búsqueda de la verdad.

Pero estoy yendo demasiado rápido. Primero tenemos que ponernos un poco en situación:

En 1983 nació la editorial First Comics. Su propuesta, era ofrecer libertad plena a los creadores para que pudiesen desarrollar sus obras de autor con el añadido de que no tenían que someterse al Comics Code al ser series de venta directa.

En este contexto, a partir de 1983 John Ostrander empezó a escribir los que serían sus primeros guiones, concretamente en Warp y Starslayer. Precisamente, fue en esta última cabecera (creada por Mike Grell), en la que en el Starslayer #10 (Noviembre de 1983) hizo su primera aparición Grimjack, en un back-up de 8 páginas. Ya desde este bautizo de fuego, vino de la mano de sus dos creadores; el propio John Ostrander y Timothy Truman.

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A partir de ahí, su trayectoria fue totalmente ascendente; fue el protagonista de estos back-ups de 8 páginas de Starslayer entre los números #10 y #17. Se despidió de su papel secundario por todo lo alto haciendo equipo con el propio Starslayer en Starslayer #18 (Julio de 1984) para al mes siguiente protagonizar el primer número de su propia serie; Grimjack #1.

También debería decir que esta serie es considerada un clásico de la ciencia ficción de los 80, pero me gustaría matizar y añadir que un clásico de culto, ya que no es para nada excesivamente conocida, ni siquiera en su país de origen.

Ahora sí.

¿Qué hace que Grimjack sea tan especial?

Su carácter; adulto y sin censura desde el primer momento, no se corta a la hora de mostrar violencia explícita y en ocasiones exagerada. John Gaunt no duda a la hora de matar a nadie, ni siquiera si su víctima está indefensa o desprevenida. No hay ningún dilema moral en este aspecto; si eres una amenaza para él, eres una amenaza muerta.

Su contexto; la ciudad de Cynosure, el lugar donde convergen todas las dimensiones. Las leyes de la física pueden cambiar con sólo cruzar hacia la acera contraria o cambiar de calle. Un lugar sórdido y multicultural que permite a los autores explorar absolutamente cualquier típo de género; vampiros, hombres lobo, luchas de gladiadores, alienígenas, western, espectros, agencias de espionaje, magia, space opera… todo tiene cabida aquí, especialmente la oscuridad.

Sus secundarios; Blackjac Mac, el afamado mercenario y mejor amigo de Grimjack, Diosa, novia de Blackjac y mujer fuerte y poderosa donde las haya, Roscoe Schumacher, el detective oscuro y expeditivo que fue compañero de Gaunt durante su periplo en las fuerzas de la ley, Jericho Noleski, el policía motero que impone justicia en la Carretera Eterna, Espectro, personaje muy especial y que nos recuerda al propio John, Gordon Munden, el camarero del Munden, bar en el que Grimjack ahoga sus penas y Bob, el lagarto guardián que se dedica casi exclusivamente a fumar y beber.

Su trasfondo; que desde el principio dejaba ver críticas a todos los destinatarios posibles. La religión, los gobiernos, las fuerzas del orden, el sistema comercial, los propios comercios, la prostitución, la xenofobia, las condiciones precarias de trabajo de algunos colectivos… Grimjack sacude el árbol continuamente y no deja ni una manzana colgada.

Su protagonista; que se aleja mucho de cualquier prototipo. Feo, con unas entradas muy pronunciadas, cincuentón, fumador crónico y alcóholico ocasional pero con un carácter muy marcado que oscila entre lo despiadado y lo noble. Un personaje que nos creemos, al que queremos y que me conquistó totalmente.

Su estética; oscura y desgarradora. El grim and gritty retorcido y asalvajado. Armas por doquier, personajes con trajes inimaginables, rostros desagradables en cada esquina y una atmósfera de peligro continua.

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Al principio, la serie se desarrolla de forma normal, no es nada remarcable en cuanto a historia, y destaca principalmente la ambientación. Pero es sorprendente ver cómo a cada número, los autores van cogiendo ritmo y soltura dejando de ser novatos. Al comenzar su serie propia ya se nota un gran salto cualitativo, pero lo mejor está por llegar. La calidad sube y sube, y tras los diez primeros números ya empezamos a ser conscientes de lo especial que es lo que nos están contando. Cuando llegamos a las Guerras Comerciales, el disfrute es imparable y comienza a tener incluso su propio back-up; Munden’s Bar, que amplía y completa lo que se nos cuenta en la serie principal.

Las tramas, en un principio no abarcan más de uno o dos números, pero siempre dejan de fondo algunos detalles que los comunican y entrelazan con otras cosas vistas a alguien, o que preparan el terreno para el futuro, exceptuando las Guerras Comerciales que emplean 7 entregas.

Me gustaría decir que me he permitido la licencia de hablar de la etapa de Ostrander y Truman habiendo leído hasta el Grimjack #21, pese a que Truman, que se fue en el Grimjack #19 volvería en el #24 para el número de aniversario, pero es que con el número #21 tenemos un punto de corte muy marcado que supone un fin de ciclo perfecto, además de ser el último número editado en España.

Yo llegué aquí atraído por el trabajo de Timothy Truman, creador de Hawkworld, miniserie que me marcó mucho, pero más allá del trabajo de Truman, la serie me atrapó, y pese a que el inicio se podía hacer monótono, al final me acabaron conquistando absolutamente con una historia alejada de cualquier cosa que hubiese leído.

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Orden de Lectura

  • Starslayer #10-17 (back-ups)
  • Starslayer #18
  • Grimjack #1-21

Apartado Gráfico

Hablar de Grimjack y no hablar del trabajo de Truman, sería olvidarse del artista que le dio imagen a este peculiar personaje. Poseedor de un estilo sucio y desgarbado, choca lo fácil que se hace la lectura de sus viñetas en las que hace alarde de una gran capacidad de narración. No es un dibujante que destaque por la belleza de sus dibujos, pero a la hora de crear y diseñar personajes, armaduras, armas o ambientes deja atrás a cualquiera. También hay espacio para la experimentación y en un número tendremos que girar constantemente el cómic para poder seguir la lectura. Aunque alejado de los preciosos acabados que conseguiría en Hawkworld (entintado por Quique Alcatena) , aquí ya vemos toda la estética que llevó a la miniserie, hasta tal punto que parece que ambas historias suceden en el mismo universo. Los tatuajes de colores en forma de polígonos en las caras ya están en Cynosure e incluso un villano tiene mucho que decir; Katar. No sólo es el nombre de Hawkman en Hawkworld (Katar Hol), sino que las armas que usa le sonarán a todo aquel que haya leído incluso la etapa de Geoff Johns en Hawkman.

Katar

Ediciones

Aquí viene quizás el mayor problema para acercarse a la serie. En su totalidad sólo ha sido publicada en las grapas originales. En E.E.U.U. los derechos actualmente pertenecen a IDW, que ha publicado las apariciones en Starslayer y la colección hasta el Grimjack #54 en dos formatos distintos; los tomos The Legends of Grimjack y los Grimjack Omnibus.

En España, la única editorial que ha traído a Grimjack, y por ello hay que darles las gracias, es Norma Editorial, en 4 tomos en tapa dura, con el título de La Leyenda de Grimjack que copiaban en contenidos la edición americana y que llegaron hasta el Grimjack #21:

La Leyenda de Grimjack

Una edición muy sólida y resistente, con tres introducciones en el primer tomo (una de Ostrander, otra de Truman y otra de Mike Gold, el editor original). Aparte del arte digitalizado.

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