RESEÑA Los Muertos Vivientes #6: Esta triste vida

«Esto escocerá un poco»

Los Muertos Vivientes #6: Esta triste vida contiene The Walking Dead #31-36.

Volumen anterior: Los Muertos Vivientes #5: La mejor defensa

AVISO: La reseña que vas a leer a continuación no contiene ningún spoiler del volumen en cuestión, pero sí que podría contener spoilers relacionados con números anteriores.

Necesito coger un poco de aire antes de decir nada de este volumen, porque vaya pasada. Es verdad que Kirkman puede ser un poco tramposo, ya que al cerrar el volumen 5 parecía que el Gobernador y los suyos iban a ir a la cárcel a sembrar el caos, y luego, por unas cosas y otras no es así. Pero os aseguro que da igual, en Woodbury hay acción para rato, y más con Michonne de por medio.

dde18ff13c4a1b6531c204969738beae._SX1280_QL80_TTD_

Antes de hablar de Michonne, vemos que en Woodbury no todos son odiosos como el Gobernador; el doctor Stevens y Alice, son buenos ejemplos de ello. Y luego tenemos a Martínez, que tras darse cuenta de lo lejos que está yendo el Gobernador al ver a Rick mutilado, decide ayudarles a escapar y llegar a la prisión. Puede parecer de primeras que este cambio de parecer en el comportamiento de ellos, sea injustificado o precipitado. Por lo que podemos deducir, el Gobernador lleva haciendo de las suyas desde hace mucho tiempo, así que ¿por qué ahora?…

Y ahora, volvamos con Michonne. Anteriormente, pudimos ver la extrema crueldad del Gobernador, que sometía a Michonne a violaciones y torturas de manera casi ininterrumpida. Ahora, tras la muerte de uno de los luchadores de ese deporte tan sano que es la lucha salvaje con mordedores, el Gobernador ofrece a Michonne la oportunidad de participar en las luchas a cambio de una tregua en su sufrimiento. Pero si el Gobernador la conociera bien, sabría que darle su katana no es buena idea…

Michonne… qué pedazo de personaje. Desde el primer momento en que se le vio aparecer con sus dos caminantes encadenados, anunciaba que iba a ser capaz de llegar muy lejos. Sobrevivir sola durante meses ahí fuera es algo que prácticamente nadie habría sido capaz de hacer. Pero… ¿va todo bien dentro de la cabeza de Michonne? Hemos visto en números pasados cómo hablaba sola, rehuía la compañía de niños y se deshacía de sus caminantes (no olvidemos que eran su marido y el mejor amigo de su mejor amigo) sin pestañear. Deseo profundamente que Kirkman se tome un tiempo para explorar más a fondo a esta mujer y lo que pasa por su mente.

Y Rick, por supuesto que tiene su momento. ¿Acaso no es el protagonista?… Pero sorprende un poco el asomo de duda respecto a sus decisiones y acciones. Antes era un tipo con sangre fría y métodos expeditivos y ahora… ¿se plantea su naturaleza?

Acción, tensión y momentos muy crudos. ¿Hasta dónde se puede llegar para vengarse? ¿Es lícito matar a alguien por la protección de los tuyos? ¿O eso te convierte en el enemigo?

Por su parte, Charlie Adlard nos sigue ofreciendo su reconocible estilo y su impecable narrativa. Es apabullante la capacidad y la fuerza que consigue imprimir en las escenas cargadas de más dramatismo, y cómo con sólo ver la viñeta eres capaz de identificar las emociones de los personajes. Es para quitarse el sombrero.

Antes de irnos, una reflexión final; si ves a Michonne con una cuchara… sal corriendo.

michonne-and-the-gov2-e1523953887815.jpg

 

Deja un comentario

Web construida con WordPress.com.

Subir ↑