«Les damos de comer forasteros»
Los Muertos Vivientes #5: La mejor defensa contiene The Walking Dead #25-30.
Volumen anterior: Los Muertos Vivientes #4: Lo que más anhelas
AVISO: La reseña que vas a leer a continuación no contiene ningún spoiler del volumen en cuestión, pero sí que podría contener spoilers relacionados con números anteriores.
La serie engancha, tenemos peleas dentro del grupo; Tyreese y Rick casi se matan, Michonne rompe una pareja, Carol se intenta suicidar, Otis es un capullo con Patricia, Lori está muy embarazada, muere Allen después de que Rick le corte la pierna… pero nos faltaba algo.
¿El qué?
Pues fácil, un enemigo, pero uno de verdad, que estuviera vivo y le pusiéramos cara, que no fuera una amenaza al estilo de las hordas de merodeadores, alguien que fuera cruel y despiadado a sabiendas. Y aunque hasta ahora no hubiéramos echado en falta la presencia de un villano, una vez que nos lo presenta Kirkman, no podemos sino preguntarnos cómo hemos podido vivir sin él.
El Gobernador. Puede sonar pomposo de primeras, pero una vez le ves actuar, el nombre no produce risa, sino horror. Antiguamente conocido como Philip, ha conseguido aislar cinco manzanas de la población de Woodbury y construir una especie de pueblecito para su gente. Pero lejos de favorecer la convivencia y los nuevos habitantes, el Gobernador, sólo tiene una prioridad, conseguir lo que él quiere. Y para conseguirlo hace tremendas barbaridades. Si has visto la serie de TV, olvídate, aquí no muestra esa fachada de bondad aunque después fuera un desgraciado, aquí desde el minuto cero sabes que Rick, Glenn y Michonne están bien fastidiados.
La verdad es que aunque para muchos lo sucedido a la humanidad es un apocalipsis en toda regla, para otros es una oportunidad, la oportunidad de ser lo que realmente deseaban ser, dar rienda suelta a sus instintos más bajos con la excusa de la supervivencia. Tu vecino, que no da un ruido nunca y siempre te saluda en el rellano podría ser un potencial asesino o un torturador, y sólo necesita algo como esto para sacar a la luz su verdadero ser. Da miedo.
Kirkman sigue sorprendiéndome. Es realmente flipante cómo puede hacer que cada nuevo volumen vaya a más, y que pasen cosas cada vez más impactantes y cruentas. Sin ir más lejos, aquí «disfrutaremos» de unos cuantos momentos macabros, crueles y que pueden herir sensibilidades, y todos ellos gracias al Gobernador. A quien le caiga bien, es que tiene algún problema.
Bueno, me voy, necesito como el agua leer el siguiente volumen…
Paranoia Secuencial 