«Es que empiezo a aceptar todo lo bueno que hay en lo que me pasa.
Y he dejado de preocuparme por lo que piensen los demás.»
El azul es un color cálido (Le bleu est une couleur chaude) es un cómic europeo publicado por la editorial francesa Glénat en marzo de 2010. Su autora completa y creadora es Julie Maroh.
Clementine vive como una adolescente normal, superando el instituto y pasando el tiempo con sus amigos, hasta que un día, en una plaza, se cruza con una chica con el pelo azul, su nombre es Emma, y cambiará su vida, pero aún no lo sabe.

Llevo un buen rato tratando de comenzar esta reseña, y no encuentro las frases, ni siquiera las palabras, que pueda articular para hablar de la obra. Y no es que se trate de un cómic de los que uno no tenga nada que decir, todo lo contrario, ahora mismo experimento un torrente de ideas, pensamientos y sensaciones que me ha provocado este tebeo, pero la verdad es que sólo puedo sentir impotencia al darme cuenta de que por más que lo intente, cualquier cosa que escriba parece fría y mecánica, remotamente alejada de la calidez que puede desprenderse del color azul, o directamente del fuego que provoca el amor. Sin embargo, me veo obligado a hablar de esta obra, por si acaso pudiera convencer, aunque fuera a una persona, de que se acercase a ella, o simplemente hacer que sepa que existe.
Aunque hay que reconocer, que no estamos precisamente ante un cómic desconocido, ya que la obra ha cosechado un éxito arrollador, editándose y reeditándose hasta la saciedad en un montón de países, y llegando incluso a tener una (también exitosa) adaptación cinematográfica titulada La vida de Adèle. Y aún con todo, no creo que se hable demasiado, por lo menos aquí en España, de este cómic, por lo menos en la actualidad, cuando debería ser una recomendación recurrente. Yo personalmente no conocía de su existencia, y fue gracias a dos reseñas de grandes compañeros del foro Universo Marvel (Miguelito y Omnigold) y lectores de esos que sabes que tienes que fiarte de su criterio, que yo llegué a este tebeo. Pero estoy divagando, como siempre.
Quizá la forma más sencilla de hablar de esta obra sea comentando cuál fue mi experiencia de lectura. Compré el tomo hace unos meses, y pese a que venía avalado, en ese momento no tenía demasiadas ganas de ponerme con él, no me motivaba demasiado y había otras lecturas que me llamaban más. Así que ahí quedó el tebeo, debajo de mi mesa hasta que, repentinamente me dije: «vamos a leerlo». Es media tarde, abro el tomo, comienzo a leer. Unas cuantas viñetas, y ya estoy con el corazón en un puño, se que Julie Maroh me va a vapulear emocionalmente, pero lo quiero, quiero conocer a Clementine, quiero conocer a Emma, quiero conocer su historia de amor, quiero acompañarlas. Cincuenta o sesenta páginas más tarde, me llaman, tengo que irme, he perdido totalmente la noción del tiempo absorbido por la narración. Y dejo el tomo encima de la mesa y marcho, pero hasta que vuelvo para terminarlo de una sentada (no iba a permitir ninguna interrupción más), mi mente está volando continuamente hacia Clementine y Emma.
Hay una sensibilidad y un ritmo en El azul es un color cálido indescriptibles, que hacen que el tebeo enganche irresistiblemente y emocione con una fuerza sobrecogedora. Cómo se narra esta preciosa, complicada y real historia de amor y cómo se combina con el dibujo, hacen que el lector sienta en su propia piel lo que sienten los personajes. Los más sensibles, tienen asegurado el derramar algunas lágrimas, quizá dejando que el propio cómic recoja estas perlas acuosas y las absorba con la suavidad de una caricia, o con la calidez que ocultan los atrevidos ojos azules de Emma.

Se podría hablar de El azul es un color cálido diciendo que es un precioso testimonio de una relación homosexual, mostrando la lucha que este colectivo tiene que afrontar muchas veces debido a la intolerancia de algunas personas (más patente en los años en los que se desarrolla la historia). También se podría decir que es el puro reflejo de la pasión adolescente, al igual que la necesaria llegada de la madurez y quizá en cierto punto la normalidad y sosiego de los sentimientos. Pero eso sería quedarse sólo con parte, porque es eso y más, y, en esencia, El azul es un color cálido es una historia de amor. Y punto. Una historia de amor preciosa. Y real.
Es por ello que, historias como la de El azul es un color cálido nos hacen creer en el amor, porque nos lo muestran tal y como es, con su visceralidad, sus errores, sus buenos y malos momentos. Ver el amor entre Clem y Emma nacer y construirse, es retroceder a nuestros años de instituto, y sentir en nuestras carnes todos esos miedos, todas esas ganas y todas esas ansias de arrojarse al vacío por amor, con su vertiginosa voracidad, sintiendo la ebullición de cada gesto y cada mirada, y también el tremendo vacío que dejaban ciertos momentos… es todo un viaje que nos hace empatizar aún más con los personajes y la situación.
Algo que es muy de agradecer es que la obra no se deja engullir por la emocionalidad y construye muy bien la historia y la desarrolla con conciencia, cuidando la trama y el ritmo, para que no queramos dejar de leer, no sintamos momentos de menor interés, o que nos deje cierto poso al terminar.
Y ha debido de ser una tarea muy compleja, porque el apartado «emocional» de la obra es como un caballo desbocado, haciendo que el lector sienta todo lo que sienten los personajes, desde la tristeza ante la tragedia, que nos llega de golpe ya en la primera página, a la euforia del primer beso, pasando por el rechazo ante ciertas actitudes en el entorno de Clem, el deseo de que ambas protagonistas se deshagan de sus cadenas, o la lucha y la negación ante un final que conocemos, y aún así tememos desde el principio.
Yo no voy a hablar de si un cómic es imprescindible o no, pese a que creo que El azul es un color cálido, es un tebeo que recomendaría a cualquiera (a partir de cierta edad por el contenido sexual). Pero lo que sí que creo es que su lectura debería ser obligatoria en el instituto, en tercero o cuarto de la ESO, no ya porque a muchos chavales les ayudará a descubrir el mundo del cómic, y están en una época que se sentirán muy identificados con la protagonista, sino porque educaría a muchos de esos adolescentes que, por una cosa u otra, critican, insultan o atacan la homosexualidad. Seguro que esta obra les abriría los ojos al demostrarles cómo el sexo de una persona no cambia que el amor es amor, y que, quien no respete eso, tiene una idea muy desagradable y equivocada del mundo.
Yo creo que en esta reseña no debería ser necesario el párrafo final donde digo si un cómic es recomendable o no, pero por si las moscas, me reafirmaré en todo lo dicho más arriba: El azul es un color cálido es una historia profundamente emotiva y bonita, que enganchará al lector y le hará sentir toda la tonalidad de emociones que hay entre el júbilo y la tristeza. Se la recomiendo a cualquiera que se haya visto mínimamente interesado por lo que haya podido decir yo, ya sea lector de superhéroes, americano, europeo o manga, incluso si no lee cómics, porque creo que esta es una de esas obras perfectas para que gente ajena al cómic entre de lleno, por su calidad, y especialmente la facilidad y la fluidez con las que se lee.

Apartado Gráfico
El apartado gráfico de El azul es un color cálido corre a cargo también de la creadora y guionista de la historia, Julie Maroh. Esto es algo bueno, puesto que sabe dotar al dibujo de la misma sensibilidad presente en la historia. Personalmente, su estilo no me gusta demasiado, es tosco, feo y muchas veces desproporcionado, pero tras el recelo inicial, uno se va dando cuenta de que es precisamente este dibujo el único que podría y debería tener este cómic. El motivo es muy sencillo: es completamente efectivo, te sumerge en la atmósfera dramática y emocional de todo lo que va pasando, narra muy bien, es súper sencillo de seguir y esa inmadurez que pueden tener los trazos de Maroh, hace del resultado final algo todavía más auténtico si cabe. Por supuesto, esa capacidad que tiene la historia de hacernos sentir, en gran parte, se debe a este dibujo un tanto descuidado y ese color tan bonito, donde muchas veces, un relampagueante azul, es lo único que destaca entre la bruma de gris.
Por lo que sí, se le podrían poner muchas pegas al dibujo, pero a la hora de la verdad, es el ideal para la historia, y yo no lo cambiaría por otro.
Ediciones
Para leer esta obra en castellano, hay que recurrir al tomo publicado por dibbuks, y que lleva ya múltiples ediciones (el que yo tengo, pertenece a la octava edición, y en internet parece que se puede adquirir la décima). El tomo recoge toda la obra, obviamente, ya que también en Francia fue lanzado como un volumen único. El libro en sí, consta de 160 páginas, está encuadernado en cartoné y tiene un tamaño de 24 x 17 cm (por lo que está reducido, ya que en origen el álbum medía 32 cm de alto). Su precio es de 18€.
Es una edición correcta, cómoda de leer y a la que, sinceramente, no le sienta mal la reducción de tamaño, ya que el dibujo no se ve afectado en absoluto y no estamos ante un arte profusamente detallado, ni mucho menos. Evidentemente, en su tamaño original, habría sido una edición mejor, pero lo importante de esta obra es leerla, y creo que el formato es muy válido.
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Una preciosa historia de amor 💓💓
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¡Y tanto! Mil gracias por recomendármelo, me ha enamorado.
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