RESEÑA Queen Emeraldas, de Leiji Matsumoto

«Cuando salí de la Tierra pensaba que… bastaba con no perder nunca los sueños y la esperanza.»

Queen Emeraldas es un manga creado, escrito y dibujado por Leiji Matsumoto, y que fue publicado originalmente entre 1978 y 1979 de forma serializada en la revista Weekly Shōnen Magazine de Kōdansha, en 21 capítulos que posteriormente fueron recopilados en 4 tomos. Aunque en realidad, el personaje de Queen Emeraldas ya había sido presentado anteriormente, concretamente en un one-shot en un número de la revista Princess de Akita Shoten en 1975.

Hiroshi Umino es un niño con un sueño; surcar libre las desconocidas mareas del espacio, pero, por desgracia, en su primer viaje con el que abandonó la Tierra, su nave, que él mismo había construido, se averió y acabó estrellándose en Marte. Allí se tropezará con casualidad con una leyenda viva; Emeraldas, una indómita mujer que recorre incansable el cosmos y de la que nadie sabe demasiado… ¿es una bruja? ¿una pirata? ¿una cazarrecompensas?

A partir de este primer encuentro, los caminos de Umino y Emeraldas se cruzarán constantemente, mientras que cada uno persigue sus sueños y ambiciones y lidian con los aterradores peligros del espacio, donde rige la ley del más fuerte.

He de comenzar esta reseña mencionando una cosa que me sorprendió cuando empecé a leer este manga, y que quizá sea de utilidad para futuros lectores. Por el título, parece que el protagonismo va a ser absoluto y centrado en la figura de Emeraldas, pero no, el peso de las historias hasta la primera mitad, está bastante repartido entre Umino y Emeraldas, lo que al principio me echo un poco para atrás (yo había llegado por Emeraldas). De todas formas, poco a poco, fue cayéndome en gracia Umino y sobre todo vi que, a través de él, se magnificaba todavía más la figura de Emeraldas, además de que en sus aventuras tendríamos momentos de gran fuerza.

Breve nota aclaratoria antes de continuar: la protagonista no es Queen Emeraldas, sino Emeraldas a secas, Queen Emeraldas es el nombre de su navío.

Centrándonos en la obra en sí, lo cierto es que Queen Emeraldas para mí destaca más por el tono que por la historia. Mientras que la serie está compuesta por pequeñas aventuras autoconclusivas con una trama de fondo muy difusa (hasta la segunda mitad no parece haber una planificación ni una dirección claras), lo que sí es consistente es el mensaje y el estilo. Queen Emeraldas es un manga que exalta el romanticismo, y no me refiero a historias de amor, sino el movimiento artístico que pugnaba por las emociones torrenciales, el yo aislado de la sociedad y el heroísmo del individuo. El famoso cuadro El caminante sobre el mar de nubes de Caspar David Friedrich, podría estar perfectamente protagonizado por Emeraldas, o la ya legendaria Canción del Pirata de José de Espronceda le viene al pelo a la serie, cambiando eso sí «mar» por «cosmos» y cuatro cosas más.

Este tono, que adereza un contexto llamativo con distintas sociedades alienígenas, piratas espaciales o sirenas cósmicas, compone una imagen muy definitoria de los derroteros por los que se mueve la serie, recordándonos constantemente cómo los ideales de cada uno deben de ser el motivo por el que vivir y morir, e idealizando al melancólico y orgulloso héroe solitario que lo sacrifica todo por aquello en lo que cree. A mí personalmente me ha encantado este aspecto de la obra y cómo se le da mucha más importancia a lo que hay dentro de los personajes que a su aspecto externo, siendo muchas veces esto el motor de la historia.

Pese a que la parte argumental pueda estar más descuidada en algún punto o que haya cosas que al final se utilicen más como recursos para generar expectación y tensión y luego no se resuelvan como se debe o directamente no se resuelvan, eso no quiere decir que las historias sean malas, ni mucho menos. Creo que si algo se puede decir de este manga es que uno no se aburre leyéndolo en ningún momento, estas pequeñas tramas que se resuelven capítulo a capítulo planteando distintas situaciones son muy entretenidas y, aunque fruto de su época y con un tono en ciertos momentos más juvenil, no por ello deja de sorprender con escenas terriblemente impactantes y duras o mostrando a los personajes como cualquier cosa menos esteretipos intachables. El espacio es un duro entorno en el que sobrevivir, y Emeraldas mata a sangre fría sin pensarlo, al fin y al cabo muchas veces todo se basa en matar o morir.

Sí que es cierto que hacia la segunda mitad, Leiji Matsumoto parece empezar a querer marcar un rumbo, y ya con una idea de lo que persigue Emeraldas en sus viajes por el cosmos, la serie adquiere otro ritmo mucho más ágil y, pese a seguir con historias cortas, hay una trama de fondo de gran interés, que, combinado con el ya absoluto protagonismo de Emeraldas hace que la serie comience a enganchar más y a pedir un ritmo más rápido de lectura, y lo que son los relatos que se nos van presentando, creo que desde el principio sólo hacen que mejorar.

En cuanto al género de las historias, pese a la ambientación espacial, yo diría que está muy cercano al western en la mayoría de ellas, y no sólo porque muchas veces los planetas parezcan sacados de una película del oeste, sino porque se suele seguir el esquema de la llegada de un forastero a un sitio nuevo, las rencillas y los duelos, con esos primeros planos de los contrincantes mirándose a los ojos fijamente antes de ejecutar el movimiento definitivo. Obviamente, el factor ciencia ficción está también muy presente, y la space opera primará en muchas aventuras, con ese toque setentero y retrofuturista que cabe esperar y que choca muchas veces con la oscuridad de las cosas que pasan.

Para los curiosos, esta obra está (por supuesto) dentro del universo donde se cruzan todas las series y personajes de Leiji Matsumoto, este entorno único conocido como el Leijiverso, y para más información, Queen Emeraldas se sitúa cronológicamente antes de Capitán Harlock, y puede que veamos a algún otro personaje del Leijiverso… Personalmente, este ha sido mi primer acercamiento a la obra de Matsumoto, ya que siempre me ha echado para atrás que Capitán Harlock acabe en cliffhanger y obligue a seguir la historia en el anime. En ese aspecto, me parece que Queen Emeraldas cumple a la perfección, tenemos la presentación ideal de unos personajes, principalmente Emeraldas, muchas aventuras de ella para conocerla más, y un final muy fiel al espíritu de la protagonista y todo lo visto en sus historias. Un final que deja la puerta abierta a seguir navengando por el espacio con Emeraldas, pero a la vez dando la sensación de realización y cierre parcial. Como final a mí me ha gustado mucho, aunque aquellos que quieran obras total y perfectamente cerradas, que sepan que aquí no van a tener algo así. Y no, no hace falta haber leído nada antes, Queen Emeraldas es una lectura totalmente independiente.

Lo que sí que está claro es que Queen Emeraldas es impecable en una cosa; crear a un gran personaje. Y es que Emeraldas tarde o temprano acaba cautivando al lector, no ya por su misteriosa apariencia, sino por todo aquello que representa y cómo lo defiende. Emeraldas es una leyenda absoluta en el espacio, es una mujer temida y respetada, y pese a no tener problemas para acabar con los problemas de raíz, sean lo drásticas que tengan que ser las soluciones, siempre se atisba un corazón cálido y bondadoso tras una coraza en apariencia indestructible. Su forma de actuar, siempre adaptándose a la situación y manejándola a la perfección así como su magnetismo, acaparan toda la serie, y conseguir crear un personaje tan potente y que llame tanto al lector es algo que no se consigue fácilmente.

Al respecto de Emeraldas, también cabe decir cómo se sale de cualquier manido prototipo, y más teniendo en cuenta el año en el que se publicó y el país en el que lo hizo: Emeraldas es una mujer fuerte, cañera, que no necesita a nadie, y mucho menos que la rescaten, pero no sólo se limita a este aspecto, sino que también difiere en la forma de ser de todas esas convenciones que exigen unos cánones de belleza; Emeraldas no se interesa por la apariencia de las personas, sino por su interior.

En cuanto a las cuatro historias autoconclusivas incluídas al final de cada tomo (dos en cada uno), pues excepto la tercera, todas siguen la dinámica de la serie principal y todos los que hayan disfrutado de ella, agradecerán tener más aventuras de Emeraldas. Digo excepto la tercera, porque esta es la más atípica de todas, de hecho, yo diría (no lo sé realmente) que es el one-shot que comentaba al comienzo de esta reseña. Se nota que es anterior tanto en el tono, como en el argumento y el dibujo, y lo cierto es que esta historia no concuerda demasiado con el resto de material, y su calidad para mí es inferior, pero como curiosidad se agradece mucho y además nos regala una doble página con Emeraldas mirando un mapa que es sencillamente preciosa (es la misma imagen que ilustra el interior de la sobrecubierta del segundo tomo de Satori).

En definitiva, Queen Emeraldas ha sido una sorpresa para mí, iba con expectativas (por el autor) y a la vez con miedo (por la época) y lo que me he encontrado en las páginas de esta serie ha sido algo bastante diferente a cualquier cosa que pudiera esperar, una buena lectura que los amantes de la ciencia ficción más antigua y de las propuestas más originalmente clásicas estoy seguro que disfrutarán mucho, como yo he hecho. No es ninguna obra maestra, pero sí un buen manga que merece la pena leer. Eso sí, el que se acerque a Queen Emeraldas, ha de hacerlo teniendo en cuenta el contexto en el que fue creada o, de lo contrario, la lectura (especialmente en los primeros compases de la obra) le podrá resultar aspera debido a los recursos narrativos en los textos y los guiones. Lo que sí que es innegable es, que todo aquel que quiera enamorarse de Emeraldas, que no dude en acercarse a sus historias.

Apartado Gráfico

Lo cierto es que el arte de Queen Emeraldas destaca fácilmente gracias al peculiar estilo de Leiji Matsumoto. Lo primero que llama la atención es la limpieza y claridad del dibujo, con una narración gráfica fácil de seguir y que maneja muy bien tanto los momentos más reposados, como aquellos que requieren un dramatismo mayor. El carácter de sus figuras tiene un cierto punto infantil, como pasa con otros mangakas, como Osamu Tezuka, aunque el resultado es realmente bueno y más impactante en los momentos más duros y crueles de la historia. Tiene una presencia y una elección de secuencias muy cinematográfica, centrada en primeros planos, miradas y expresiones. Su dibujo presenta ciertas carencias, en determinados momentos las figuras están bastante desproporcionadas, pero al final, más que errores parecen consecuencias de un estilo muy personal. Por otro lado, es cierto que muchas veces Matsumoto centra o descentra las viñetas para evitar dibujar figuras completas, sabedor de sus carencias.

Hay grandes contrastes en el mundo planteado por Leiji Matsumoto, más allá de ese retrofuturismo tan pulcro y refinado, que se nos muestra a través de de naves vanguardistas, miles de controles y medidores en los interiores y formas abigarradas, este universo ofrece una clara contraposición con poblaciones sacadas de una película antigua del oeste, que chocan claramente con los interiores y exteriores súper tecnológicos de los vehículos y con combinaciones casi imposibles, como la propia embarcación de Emeraldas, el Queen Emeraldas, fruto de la unión de una nave con forma de zepelín y un galeón pirata. Una mezcla bizarra y llamativa pero que acaba conjugando a la perfección y nos regala uno de tantos diseños rompedoramente originales y acertadísimos con los que Matsumoto puebla las páginas de su historia.

Estos contrastes, también tienen su traslado a los propios personajes, donde no hay un claro término medio; por un lado tenemos personajes feos, desdibujados, paticortos y toscos, y por otro personajes gráciles y esbeltos, con una bella estilización que les hace destacar, especialmente Emeraldas, que capta toda la atención del lector cuando aparece. También cabe destacar el diseño de ésta, que fue una de las cosas que me lanzó a comprar el manga; puede que sea demasiado simple decirlo así, pero esta pirata espacial… mola.

Según va avanzando la serie, el dibujo evoluciona y mejora considerablemente, pese a que ya partía de un punto muy bueno. Poco a poco, más parte de la historia recae en la narración gráfica y no tanto en los cuadros de textos, agilizando la lectura y obsequiándonos con un montón de páginas mostrando la inmensidad del espacio y lo ridículo del tamaño e importancia de las personas, o sus invenciones en un entorno tan inabarcable. Otro punto que me ha gustado especialmente es ese contraste tan potente entre blancos y negros, luz y oscuridad, que se da continuamente; la vasta negrura del cosmos con débiles estrellas blancas titilantes o el Queen Emeraldas solitario, o los recargados interiores en penumbra de las naves, iluminados por barrocas consolas de controles y medidores de los que emanan luz.

Puede que Leiji Matsumoto no se un dibujante increíble a nivel técnico, pero la verdad es que los resultados que proporciona son muy poderosos y siempre perfectamente funcionales. Me ha gustado mucho descubrir a este autor.

Ediciones

Originalmente la obra fue recopilada en Japón en cuatro tomos, pero en 2009 Kodansha lanzó una versión definitiva en dos tomos, llamada Shinso Kanzenban Queen Emeraldas, para la que reeditaron todo el material existente de Queen Emeraldas, incluídas dos historias autoconclusivas que nunca antes habían sido recopiladas en tomo y de las que se habían perdido los originales, por lo que se obtuvieron de números de las revistas de la época que fueron restaurados con las correcciones pertinentes por parte del propio Leiji Matsumoto.

En Estados Unidos, Kodansha USA copió la edición en dos tomos en tapa dura y tamaño kanzenban.

Pero la joya de la corona es la edición española, a cargo de Satori Ediciones, en su línea Satori Manga, que se lanzaron a publicar, por primera vez en nuestro país, este material. Pero no de cualquier forma, sino que han publicado la edición definitiva, calcando los contenidos de la Shinso japonesa, asegurándose así que es la mejor edición posible, pero adaptándola a su fantástica y cuidada manera de editar manga.

Así, en dos tomos tamaño kanzenban, tenemos todo el material existente de Queen Emeraldas, incluídas las cuatro historias autoconclusivas entre las que se encuentran las dos que se recuperaron en 2009. La encuadernación es en rústica con sobrecubiertas, y un papel poroso de gran calidad y con una muy buena impresión. Son tomos bastante manejables (obviamente no tanto como un B6 o un tankobon, pero el arte se disfruta más) y sobre todo muy resistentes. Aparte de las historias de Queen Emeraldas, el segundo tomo incluye también una entrevista a Leiji Matsumoto realizada para la edición de 2009 en la que se explica un poco el tema de la restauración de materiales, los materiales empleados por Matsumoto para dibujar, o de dónde saca la inspiración para sus personajes. En cuanto a los contenidos me parecen totalmente perfectos, excepto por una pequeña cosa; no hay índice ni ningún tipo de indicación sobre dónde acaban los capítulos (sólo hay separación para las historias autoconclusivas, que se incluyen dos al final de cada tomo), pero la verdad es que Satori en este aspecto poco podía hacer porque quisieron ser lo más fieles posibles a la versión japonesa, que no tenía índice ni indicaciones de los capítulos.

En cuanto a la parte más estética de la edición… poco se puede decir salvo elogios y halagos. Desde Satori Ediciones, a partir del momento en que comenzaron su aventura en el manga, sólo nos han llegado ediciones sublimes, cuidadas y mimadas al máximo. El diseño de las sobrecubiertas, impresas tanto por fuera como por dentro (puntazo), el de los tomos sin sobrecubiertas o los lomos que quedan perfectamente alineados, demuestran que las cosas sí se pueden hacer bien y que el resto de editoriales pecan de perezosas o descuidadas. Me ha gustado especialmente el material de las sobrecubiertas, y como detalle, cada tomo incluye un marcapáginas distinto. No puedo no mencionar la adaptación del logo de la serie, que me ha parecido ideal, y la más bonita de todas las adaptaciones hechas en países occidentales (EEUU, Italia y Francia).

En cuanto al precio, cada tomo cuesta 21€; no es un precio exagerado, pero sí un poco más elevado respecto a lo que acostumbran otras editoriales. Aún así, para estos dos tomos me parece un precio justo, puesto que es una edición perfecta, de lujo diría, los materiales empleados, el cuidado y mimo que se ha puesto en estos volúmenes… desde luego, esta edición me parece muy superior a la americana, que además es más cara. El que esté interesado en Queen Emeraldas, que no se lo piense, la edición es insuperable.

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