«Oh Sara. Sara.
Se que lo que hacemos es… extremo. Pero a veces miro las, las cosas que tú haces y… temo por ti.
Me da pena lo que han matado dentro de ti.»
Sara es una miniserie de 6 números (Sara #1-6) publicada simultáneamente en formato grapa y formato tomo por la editorial TKO Studios en febrero de 2019. Sus creadores son Garth Ennis (guionista) y Steve Epting (dibujante).
Es 1942, estamos en la Rusia ocupada por los nazis. El invierno ha cubierto todo de una gélida nieve que tiende a destacar el poderoso color rojo de la sangre. En el ejército ruso que resiste a los invasores en el frente, destaca una unidad compuesta por siete mujeres, todas ellas letales francotiradoras que causan estragos en las filas enemigas. Entre ellas está Sara, la mejor tiradora de todas, una mujer increíblemente fuerte por fuera, pero rota por dentro.

El argumento es sencillo; un destacamento de francotiradoras femeninas en sus misiones diarias. Un pequeño episodio aislado en una gran guerra, una pequeña porción que nos da un enfoque particular de un conflicto que dejó muchas víctimas, familias, pueblos y ciudades enteras arrasadas. No hay más; ni heroísmos exagerados, ni romantizaciones de la guerra, ni situaciones predeciblemente conocidas, sólo la crueldad y la dificultad de un conflicto armado. Peones, casi siempre inocentes, obligados a luchar por cosas fuera de su alcance; algunos convencidos, otros obligados y una gran mayoría engañados.
A este respecto, vemos cómo estaba estructurado el ejército ruso, y cómo la ideología comunista estaba presente en todos los niveles, hasta tal punto de que en las bases y barracones no sólo había militares, sino también gente del partido para llevar a cabo una especie de guía moral que asegurase que siempre quedaba claro lo positivo de las muertes del enemigo, y que cualquier hazaña realizada por el ejército ruso fuera convertida en la mejor propaganda posible, fuera real o no. También aprendemos las diferencias entre el ejército ruso y el aleman, y buena prueba de ello son, precisamente las protagonistas de esta obra.

De la mano de estas mujeres forjadas por la guerra, iremos avanzando en el conflicto y conociéndolas, cada una con su personalidad y convicciones, unas amando hacer daño, otras con ciertos códigos morales y otras, en el fondo todavía niñas asustadas. Pero ninguna puede hacer otra cosa distinta que matar a cada aleman que vean, sin dejarse vencer por el pánico ni dudar, si no quieren verse delante de un tribunal enfrentando cargos por cobardía, y teniendo suerte, siendo mandada para ser reeducada. Si no es así…
A la vez que una línea argumental se mueve por el «presente» de la historia, que no es otro que los combates entre rusos y nazis, al mismo tiempo vamos retrotrayéndonos al pasado, viendo la evolución de Sara, desde sus orígenes militares a la mortífera francotiradora en la que se convierte. Todo ello pasando por mucho y muy malo, siendo utilizada como una mera arma letal y descubriendo secretos que seguramente preferiría ignorar, secretos que harán que las cosas dejen de ser como antes, que algo muera en su interior.

Un aspecto interesante de la obra es la psicología que hay detrás de ser un francotirador, la espera, la tensa calma, la respiración pausada, la decisión. Observar personas y tener la capacidad de decidir si viven o mueren, antes de apretar el gatillo, alejado cientos de metros de tu víctima. Un acto tremendamente frío y desolador con una importancia capital; en unos segundos, una vida se apaga, y el único culpable de todo esto es el tirador, que tendrá que vivir el resto de su vida con una víctima más en su cuenta, una muesca más en su rifle. Pero no sólo importa el aspecto anímico sino que también hay una ciencia y unos límites detrás de cada tiro. Hay hazañas imposibles y Garth Ennis lo tiene muy claro, por lo que no tendremos aquí ninguna proeza digna de Hollywood, simplemente la realidad, donde la práctica, el conocimiento y las sucias escaramuzas son las que verdaderamente causan las bajas en las filas enemigas.
El que llegue a Sara buscando el Garth Ennis cafre y gamberro de otros trabajos, que se aleje, porque el tono de la obra es serio y sobrio, incluso dramático, a la altura de las exigencias de la difícil situación que viven los participantes de una guerra, con sus vidas en juego y sin muchas posibilidades de tomar decisiones más allá de las órdenes.

Lo que no hay que dejar de mencionar es que se trata de una miniserie de 6 números, y que por lo tanto no hay mucha extensión para desarrollar de manera excesiva las cosas. El personaje de Sara es el que más llegamos a conocer y el que tiene un desarrollo más trabajado, y el resto están construidos con breves pinceladas pero que son muy efectivas para aprender de ellos lo suficiente y alejarlos de tópicos o caracterizaciones planas. La historia es algo breve, no hay una gran trama súper extensa, sólo una que podría haber sucedido en realidad, ni veremos empezar la guerra ni la veremos terminar, sólo tendremos un pequeño retazo de las vidas de Sara y sus compañeras, pero no necesitamos más, puesto que lo que se nos cuenta importa y tiene alma.
En conclusión, creo que Sara es un buen cómic, ideal para los amantes del género bélico pero con una buena historia y un buen desarrollo que le hacen, como mínimo, interesante para cualquier lector que busque una obra breve y de calidad. La lectura resulta muy fluida e inmersiva y está tratada de una forma realista y con el debido rigor histórico. No será el mejor trabajo de Ennis, lo cual es complicado, pero desde luego, polarizará menos las opiniones que otras obras suyas, ya que Sara es más fácil que guste a un público más amplio.

Apartado Gráfico
Steve Epting es ya un artista de los que tienen una buena reputación a sus espaldas. Conocido principalmente por sus colaboraciones con Ed Brubaker antes de que fichara definitivamente a Sean Phillips, Steve Epting ha conseguido un estilo muy característico que ha ido puliendo y mejorando hasta ser capaz de transmitir una atmósfera de cine antiguo a cada viñeta, con trazos elegantes, proporciones siempre correctas y unos enfoques y una narrativa visual cuidada y relajada. Para Sara además, se nota que se ha documentado al respecto de la época en la que transcurre la historia, y fruto de ese estudio, los uniformes, armas, localizaciones y vestuarios están totalmente integrados en este momento en el tiempo. También me gustaría destacar cómo es capaz de diferenciar todas las integrantes del grupo de francotiradoras, para que prácticamente nunca haya ninguna duda de quién es quién.
Pero este cómic no podría ser lo mismo sin el excepcional color de Elizabeth Breitweiser. La colorista, también habitual en trabajos de Brubaker, tanto con Epting como con Phillips, es la encargada de que el dibujo cobre vida y nos transmita toda esa ambientación y sensaciones. Podremos sentir el frío de la nieve o la oscuridad de ambientes peligrosos gracias a la refinada paleta de colores y la intención detrás de cada uno de ellos. Un trabajo inmejorable.
Ediciones
TKO Studios, copiando en cierta forma el modelo de Netflix, sorprendió con una nueva dinámica de publicación; miniseries autoconclusivas de pocos números que, como hacen las series de la plataforma de streaming mencionada anteriormente, son liberadas de golpe, todos los capítulos (o en este caso todos los números) salen el mismo día, tanto en formato grapa (con una caja para recopilarlas) como en formato tomo (con encuadernación TPB). Estos son las dos ediciones disponibles de Sara en Estados Unidos; las grapas y el tomo TPB, que esta editorial produce a un tamaño mayor del habitual. En cuanto al contenido del tomo, simplemente vienen los 6 números, con las portadas al final en una pequeña galería y unas breves biografías de los autores. La verdad es que se echan de menos unos pequeños extras, especialmente un apartado de bocetos y diseños de Epting.
En España, esta misma semana, concretamente el jueves 26 de noviembre, Panini Cómics publicará su edición de esta obra; un tomo en cartoné, con el mismo contenido que el TPB americano y que por lo tanto recopila la miniserie entera. Es una buena iniciativa que una editorial española se haya lanzado a publicar las series de TKO Studios, puesto que hay muchas de gran interés como Sara, pero la verdad es que el tema del precio en mi humilde opinión se les ha ido de la mano. Desconozco cómo de caro será licenciar una serie de TKO, pero sinceramente, no creo que haya mucha diferencia con respecto a cuando se licencia otra serie de Image Comics, Boom Studios o similares… es por eso que el precio de 22€ por 6 números, apenas 150 páginas, me parece tremendamente exagerado, por muy buena que sea la edición. Estamos llegando a unos precios realmente prohibitivos, y aunque me ha encantado la lectura de Sara, a 22€ me cuesta mucho recomendarla.