«No te hagas ilusiones, ¿Quieres?»
La chica a la orilla del mar es un manga seinen creado por Inio Asano y publicado originalmente por Ohta Publishing, en su revista Manga Erotics F entre julio de 2009 y enero de 2013.
Normalmente, al terminar una obra, esperamos una sensación de cierre, de final feliz, o quizás una necesidad de seguir pensando en lo que hemos leído, preguntarnos cosas y buscar respuestas. Pero ahora mismo, al terminar La chica a la orilla del mar, tengo una sensación distinta; una amargura que muy pocos cómics me han dejado.
Empecemos por el argumento; Isobe y Sato son un chico y una chica normales de un instituto de un pueblo de provincia de Japón. Quizá entre ellos podría haber surgido una bonita relación de amor, o eso pretendía Isobe al declararse, pero la negativa de Sato, unida a algo que le pasó con un chico, acaba desembocando en una extrema relación entre ellos. Podría parecer una relación de amigos con derechos, pero en realidad no son amigos, sólo se utilizan para tener sexo, y muchas veces, cuando algún sentimiento aflora, lo ocultan con una crueldad excesiva.
La chica a la orilla del mar no es un manga para cualquiera, habrá quienes lo disfrutarán mucho, y otros que preferirán no acercarse a la obra, quizá uno de los requisitos fundamentales sea la edad, puede que tener entre dieciséis y veintitantos años sea lo idóneo, y que te gusten las historias tristes, o que estés del humor para leer una, porque no nos engañemos, aquí no se predica con las ganas de vivir.
Por supuesto, esto no es nada malo, a mí me ha encantado la lectura, he disfrutado de una historia que me hacía pasar malos momentos y me hacía desear continuamente una solución a los problemas de los protagonistas. Los personajes, salvando las distancias, ya que son fruto de la sociedad japonesa, que como se aprecia en la obra, es muy distinta de la nuestra, y que quizá se exagere hasta dónde llegan, me han parecido bastante reales , sufriendo una evolución tremenda durante la obra, aunque más que evolución, debería decir descomposición, ya que Asano despieza a sus personajes, mostrándonos sus entrañas centrándose en los peores aspectos, enseñándonos lo egoístas y crueles que son. Lo que no me ha parecido tan realista ha sido la relación que mantienen con apenas 14 o 15 años, creo que se exagera para hacerla más impactante, pero se entiende como un recurso para el desarrollo de la trama, para crear una situación desgarradora.
Acoso escolar, escenas sexuales explícitas, depresión, rechazo… unos ingredientes fuertes no aptos para estómagos delicados, pero que aquí se utilizan de una manera muy emocional, para que no dejen indiferente a nadie. El manga engancha y se lee con avidez, y al tratarse de dos tomos, es complicado abandonar la lectura antes de terminarlo. Como decía antes, la sensación final que me ha dejado es de desasosiego y tristeza, pero esto no es necesariamente malo, sino todo lo contrario, ya que es ésto lo que la obra pretende.
En definitiva, La chica a la orilla del mar me ha parecido una obra a destacar, autocontenida y con un tono muy distinto a todos los mangas que he leído hasta el momento, no por el alto contenido erótico sino por esa melancolía y tristeza constante que evoca. Ideal para una tarde triste y lluviosa.
Apartado Gráfico
Inio Asano sería un buen dibujante si considerásemos dibujantes a ciertos artistas manga actuales que basan sus escenarios y fondos en la fotografía y el dibujo sobre ésta. Personalmente, a mí no es un recurso que me disguste, de hecho, creo que el resultado es muy bueno, pero entiendo a aquel que no considere ésto tan canónico como el dibujo total sin calcos ni fotografía.
Donde sí se ve más personalidad es en los personajes, que pese a no siempre respetar las proporciones anatómicas, no se hace de una forma aberrante y consigue que rebosen inocencia, odio o tristeza a su antojo.
Ediciones
Para adquirir la obra, la edición española es la de Milky Way Ediciones; en dos tomos, formato estándar (tankôbon), a un precio unitario de 8€ por alrededor de 200 páginas cada tomo. Todo el interior es en blanco y negro y la encuadernación rústica con sobrecubiertas. Una edición de gran calidad y a un precio ajustado. Muy recomendable, ya que con sólo dos tomos se tiene la obra completa.
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