«¡Son los que sirven la causa de la justicia! Y créeme Godfrey… ¡Ellos también son una legión!»
Leyendas fue el siguiente gran evento de DC Comics tras Crisis en Tierras Infinitas. Publicado como una miniserie de 6 números entre noviembre de 1986 y abril de 1987 (Legends #1-6), contaba con argumento de John Ostrander, guión y diálogos de Len Wein, dibujos de John Byrne, color de Tom Ziuko (Legends #1-3 y #5) y Carl Gafford (Legends #4 y #6) y entintada por Karl Kesel (excepto 10 páginas del último número que fueron entintadas por Dennis Janke).
Tras la reestructuración del Universo DC que supuso Crisis en Tierras Infinitas, llegó un nuevo evento en el que participarían gran parte de los principales héroes de DC; Leyendas. Con unos objetivos y aspiraciones mucho más modestos, su principal cometido era el de terminar de ordenar el nuevo Universo DC, colocando a los personajes en su lugar, dando a conocer otros nuevos, y encaminando viejas y nuevas colecciones. Por ejemplo, en las páginas de Leyendas, tenemos la presentación ante la humanidad de Wonder Woman (en esta nueva realidad), la disolución de la anterior Liga de la Justicia de América y la consolidación de una nueva Liga de la Justicia, que pasaría a ser la Liga de la Justicia Internacional (en la aclamada serie de Keith Giffen, J.M. DeMatteis y Kevin Maguire), un mayor protagonismo para el Capitán Marvel (ahora más conocido como Shazam), y lo que a mí más me gusta, la presentación de Amanda Waller, el coronel Rick Flag y la creación de la nueva Fuerza Especial X, más conocida como el Escuadrón Suicida.
La historia comienza con Darkseid, que con la compañía de Desaad, está maquinando un plan para acabar con la admiración de la leyendas de la Tierra (los superhéroes) para conseguir ser él el objeto de adoración. Para ello, envía allí al Doctor Bedlam y a Godfrey, que lo primero que hacen es activar la tecnosemilla en un reactor nuclear, dando naciemiento así, al enorme monstruo de fuego conocido como Azufre. Esta nueva amenaza, aparentemente imparable, comienza a sembrar el caos y la destrucción, llegando hasta el punto de derrotar a la Liga de la Justicia de América. Al mismo tiempo, Godfrey, actuando como un tal Gordon G. Godfrey, comienza a difamar sobre los superhéroes por televisión e incluso mítines, consiguiendo, con sus poderes de persuasión, convencer a la mayor parte de la población de que los héroes son una amenaza, llegando hasta el punto, que el presidente de los Estados Unidos ordena a todos los superhéroes cesar por completo de sus actividades.
En este desolador panorama, los superhéroes, en vez de achantarse, se mantienen firmes en su posición de defender a la gente, pero Amanda Waller, una mujer muy poderosa y extremadamente resolutiva, decide que es necesario tomar medidas más expeditivas, así, junto con el coronel Rick Flag, constituyen la nueva formación de la Fuerza Especial X o Escuadrón Suicida, que ahora, contaría entre sus filas con villanos y activos de dudosa moralidad, que en esta primera alineación serían Deadshot, Capitán Bumerán, Blockbuster, Tigre de Bronce y Hechicera.
Con toda la población excepto los niños en su contra, los héroes tendrán que demostrar que son dignos de ése nombre y de su condición de leyendas, así como recordar a todo el mundo que ellos son lo único que se opone entre la humanidad y el mal. Superman, Batman, Wonder Woman, el Detective Marciano, Canario Negro, Green Lantern, el Capitán Marvel, Blue Beetle, Doctor Destino, Flash, Changeling… ellos serán los únicos que podrán poner fin al ambicioso plan de Darkseid y devolver las cosas a la normalidad.
La verdad es que he difrutado de la lectura de Leyendas; no como una gran obra (tampoco creo que fueran en ningún momento sus pretensiones) sino como un entretenimiento al más puro estilo superheroico. Suelo huir de los eventos, pero quería ver el origen del Escuadrón Suicida. Además, el nombre de John Ostrander siempre es una garantía para mí. Si algo tiene este cómic reseñable, es que es muy divertido; pese a su carácter más clásico, no se me ha hecho nada pesado ni aburrido. Por supuesto, en algunos aspectos es muy inocente e ingenuo, y a otras cosas les falta darle una vuelta porque no son muy creíbles, pero el cómputo general es altamente positivo. La idea de la trama es sencilla, con una intención de que tenga cierta carga más reflexiva con el concepto de las leyendas, aunque queda como algo meramente decorativo. Lo realmente importante es cómo preparó todos los elementos del universo que dejó Crisis en Tierras Infinitas para usarse de una manera mucho más sencilla y correcta.
El argumento corre a cargo de Ostrander, que aprovechó la oportunidad para presentar ese grupo por el que sería reconocido; el Escuadrón Suicida, y aquí me gustaría hacer una observación, ya que se nota que el dialoguista es Len Wein y no John Ostrander; la esencia de lo que serían el equipo y los personajes indudablemente está ahí, pero falta ese toque que Ostrander les daba en sus interacciones. El resto de personajes los he visto más o menos acordes con mi visión personal de ellos, sobre todo Superman, que es el héroe americano por excelencia, prometiendo al presidente obedecer su mandato, no en un acto de cobardía, sino de obediencia cabal al mandatario del país por el que lucha. Guy Gardner es arrogante como siempre, pero no es el icónico que más tarde escribirían Giffen y DeMatteis. Pero quizá, el que menos me ha cuadrado ha sido Batman, haciendo chistes mientras peleaba u obedeciendo al comisario Gordon en un momento delicado en el que no creo que nunca lo hubiese hecho… por supuesto, esto todo desde mi punto de vista, y olvidándome que cada historia es fruto del momento en el que fue escrita, y personajes como Batman, evolucionarían posteriormente, al igual que el resto de superhéroes, hacia tonos mucho más oscuros.
En definitiva, un evento cumplidor, que recomendaría a los lectores de DC o profanos que busquen una aventura clásica divertida con carácter autoconclusivo, ya que seguro que les abrirá el apetito para las series que de aquí surgieron.
Apartado Gráfico
Dibujando el evento tenemos a uno de los autores más reconocidos del panorama superheroico; John Byrne. No soy particularmente aficionado a su trabajo, reconozco que tiene amplios recursos pero por ejemplo, a la hora de dibujar niños, parece incapaz. Para este cómic no sé si por falta de tiempo o ganas, omite varios fondos, aunque los que hace he de reconocer que están altamente detallados. En general me ha gustado, de hecho me ha gustado más que en El Hombre de Acero, creo que también por el entintado de Karl Kesel, que tiene un dominio enorme del trazo y la textura.
Al color tenemos a Tom Ziuko y Carl Gafford, que hacen un trabajo muy eficaz y correcto obedeciendo al estilo de la época.
Ediciones
En Estados Unidos, la edición más reciente es la que hicieron por el 30 aniversario de la obra en TPB. No estoy muy seguro de su disponibilidad.
En España, la obra ha sido editada multitud de veces, de hecho, todas las editoriales que han poseído los derechos la han editado; Zinco en grapas y posteriormente retapados, Norma en un tomo cartoné con subrecubierta dentro de su línea de Clásicos DC, Planeta en su Colección Sagas DC (concretamente el Sagas DC #1) en formato cartoné, y ECC la ha editado en un tomo en cartoné por un precio de 16,95€ y también en la colección Novelas Gráficas DC, dentro de los Especial Sagas DC por 24,99€, en un tomo en cartoné junto con el siguiente evento que hubo en DC; Millenium.
Yo en mi caso tengo la edición de Planeta. Es muy cómoda de leer, tiene encuadernación en cartoné, un prólogo de David Hernando y salió a un buen precio de portada de 11,95€. La reproducción es buena y los rótulos en inglés no están modificados, sino que en el margen de la página viene la traducción (personalmente me gusta que hagan esto, y que no se modifique el original). Lo que más extraño me ha resultado ha sido la traducción de ciertas cosas; por ejemplo, en vez de Fuerza Especial X se utiliza Grupo de Asalto X o se refieren al Fantasma Errante como Extranjero. Lo que menos me gusta es el diseño del tomo, de acuerdo con la Colección Sagas DC, pero es un mal menor al haberlo comprado barato. No hay que olvidar que lo importante es la lectura.
Respecto la edición de ECC, es bastante bonita, pero el precio es más elevado; 16,95€. Incluye un epílogo de Mike Gold, editor de la serie, con información sobre su creación y desarrollo que pinta muy interesante. Si no hubiese comprado la edición de Planeta, habría comprado la de ECC, porque es una obra que quería tener, pero el precio le hace a uno pensárselo dos veces.