«¿Tienes la más mínima idea de con quién coño estás hablando?»
Los Muertos Vivientes #15: Encontrarnos a nosotros mismos contiene The Walking Dead #85-90.
Volumen anterior: Los Muertos Vivientes #14: Sin salida
AVISO: La reseña que vas a leer a continuación no contiene ningún spoiler del volumen en cuestión, pero sí que podría contener spoilers relacionados con números anteriores.
Este es un volumen que, pese a pasar muchas cosas, no puedo evitar la sensación de descanso antes de algo grande como sucedía al principio. Empezamos a ver la nueva organización de Alexandria, ya pensando en el futuro a largo plazo y un pequeño brote de insurgencia entre los ciudadanos que estaban antes de la llegada de Rick y los suyos.
Precisamente Rick tiene aquí una profundización muy interesante. Kirkman vuelve a trabajar el tema de la inestabilidad mental de Rick y vemos también su lado más humano y débil que no se había mostrado hasta ahora. Sigue haciéndose más y más complejo este personaje a medida que va superando las pruebas que le pone el destino. Acepta su culpa en la muerte de Jessie y Ron pero no da muestras de que esto le afecte de manera excesiva. Al parecer, no tendrá ninguna repercusión.
El pequeño Carl, por su parte, despierta del coma en el que cayó tras recibir una bala perdida de Douglas en el volumen anterior. El principal problema es la pérdida de memoria que ha sufrido, por lo que no recuerda cosas como que Lori ha muerto, lo que tampoco parece importarle mucho… ¿es realmente tan insensible como parece o es sólo apariencia para que su padre vea que es fuerte como él?
Quizá lo más interesante del volumen haya sido la respuesta de Rick ante la presión creada por Nicholas. La actitud que muestra parece que ayudará a ganarse el respeto y la aceptación de los habitantes de Alexandria, pero a la vez vemos que cada vez le cuesta más tomar decisiones moderadas y no descocarse, así seguimos en el continuo vaivén de Rick entre la bondad y su lado más salvaje. Esperemos que esta nueva comunidad le ayude a superar estos accesos de descontrol.
Queda demostrado que en esta serie, hay ritmos cambiantes y eso la hace más rica que a otras por esa alternación de velocidades en la narración de los hechos. Sigue siendo fresca, innovadora y mantiene el interés como siempre. Seguimos caminando.
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